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Desmantelada una activa banda de butroneros que había asaltado cajas fuertes en Esplugues
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Desmantelada una activa banda de butroneros que había asaltado cajas fuertes en Esplugues

jueves 06 de febrero de 2025, 13:00h

Los Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional han desarticulado una banda especializada en robar cajas fuertes mediante la compleja técnica del butrón. La banda tenía su sede en Madrid, aunque operaba principalmente en Cataluña, con algunos asaltos a joyerías e inmobiliarias de Esplugues. Los cinco detenidos se han relacionado con 17 robos desde principios de 2024, todos ellos con un modus operandi muy definido. Una vez escogía su víctima, la banda analizaba todos los sistemas de seguridad del local con suficiente antelación; una vez allí, despistaba a las fuerzas de seguridad para poder entrar con calma y abrir la caja fuerte mediante una combustión de gases.

Los Mossos d’Esquadra han colaborado con la Policía Nacional para desmantelar una banda criminal especializada en asaltar cajas fuertes de joyerías e inmobiliarias en nueve localidades de toda Cataluña, con una única víctima en el Baix Llobregat, Esplugues. Los investigadores han podido identificar a cinco integrantes, acusados de participar en 17 robos con fuerza que han sumado un botín de 700.000 euros.

La actividad de la organización se remonta al mes de enero de 2024, un año antes de la operación que ha logrado desarticular la organización. La investigación comenzó, pues, el 31 de enero de 2024, tras un aviso de robo en una joyería de Barcelona por valor de 284.000 euros. Las primeras labores de investigación se centraron en identificar a los delincuentes, que pudieron relacionar con una organización criminal cuyo núcleo residía en Madrid. De hecho, los arrestados acumulan, entre los cinco, 150 detenciones, muchas de ellas por delitos de la misma tipología cometidos más allá de las fronteras autonómicas catalanas.

Con esta información en sus manos, los agentes han decidido colaborar con la Policía Nacional y crear un Equipo Conjunto de Investigación. La unión entre las fuerzas ha sido clave para poder localizar y detener a todos los miembros de la organización. Con los indicios suficientes para obtener la orden judicial, el pasado 26 de enero los dos cuerpos de seguridad han realizado cinco entradas y registros: uno de ellos, en localidad madrileña de Leganés; y otro en Sant Andreu de la Barca.

Análisis previo de su objetivo

Según han descubierto los investigadores, la organización tenía un modus operandi muy trabajado y estricto. Mucho antes del día del asalto, la banda analizaba al detalle todas las medidas de seguridad y vigilancia de su próxima víctima, para saber cómo burlarlas y hacerse con el ansiado botín. Esta preparación previa corría a cuenta de los tres líderes: uno de ellos seleccionaba su objetivo, para hacer una visita al establecimiento entre quince y treinta días antes del robo, durante el horario de apertura al público. Durante esta visita ‘inocente’, estos líderes se dedicaban a comprobar la ubicación de las cámaras, alarmas y cualquier otro método de seguridad, para trazar el recorrido y la estrategia de asalto que aplicarían el día del robo.

Con toda esta información y la suficiente planificación, la banda estaba lista para pasar a la acción. El día del robo, los delincuentes buscaban maneras alternativas de acceder a los locales: a través de puertas secundarias en edificios contiguos o cambiando el mecanismo de apertura de la puerta principal. Sin miedo a nada, los delincuentes hacían saltar la alarma del establecimiento para llamar la atención de los policías.

Modus operandi: el butrón

Ahora bien, los delincuentes tenían un as escondido en la manga. Con la llegada de las fuerzas de seguridad, volvían sus pasos para esconderse, lejos del establecimiento: una estratagema para hacerles creer que la alarma había saltado por error. Es más, antes de entrar al local, manipulaban el alumbrado de las calles de alrededor, para reducir la visibilidad y dificultar el trabajo de los policías. Con esta técnica del despiste, evadían sin problema a la policía antes de su segunda (y definitiva) entrada, en la que ya desactivaban la alarma y destruían todas las cámaras del interior.

De este modo, la banda tenía la sensación de control sobre la situación, y podía asaltar la caja fuerte sin miedo a ser descubierta. Una vez localizada la víctima, empleaban la técnica del butrón, un método poco común pero muy efectivo: gracias a la combustión producida al mezclar oxígeno con acetileno, lograban cortar la caja fuerte con un soplete. A pesar de ser efectivo, era un proceso largo y complejo, que podía llevarles incluso más de cinco horas. Una vez perforada la caja fuerte, los criminales extraían el dinero en efectivo de su interior, llevándose también, ya de paso, algunas joyas del establecimiento.

Una investigación compleja y exhaustiva

La complicada y perfeccionada estrategia de la banda de butroneros y su enorme habilidad para planificar el asalto ha dificultado enormemente el trabajo de los investigadores. Los miembros empleaban siempre vehículos distintos a la hora de pasar a la acción, y también iba cambiando los colaboradores en cada delito. Además, la inexistencia de propiedades a nombre de los sospechosos principales también ha dificultado su localización. A pesar de todos estos obstáculos, los agentes han podido relacionar a los sospechosos con estos 17 delitos y han recogido indicios suficientes para poder pasar a la acción.

Así, gracias a la colaboración de 120 efectivos policiales, los agentes han realizado, el 26 de enero de 2025, cuatro entradas y registros en domicilios, en Granollers, Parets del Vallès, Sant Andreu de la Barca y Leganés (Madrid). Además, también han registrado un taller mecánico en Parla (Madrid), una de los centros de planificación del núcleo duro de la organización. Durante estas entradas, los agentes han detenido a cinco integrantes distribuidos por todo el territorio y han intervenido 160.000 euros y siete vehículos.

Detenidos los tres líderes

También han podido encontrar el equipo completo de oxicorte con el que abrían las cajas fuertes, un inhibidor de frecuencias para desactivar las alarmas y varias herramientas que habrían utilizado durante sus robos. Así, el operativo ha podido detener al núcleo duro del grupo, los tres líderes de la banda, junto con otros dos ‘socios’. La investigación continúa abierta, por lo que no se descartan más detenciones en un futuro.

Estos cinco arrestados acumulan 150 antecedentes de la misma tipología, y han pasado a disposición judicial desde el 28 de enero. A estos cinco detenidos se les atribuye la participación en 17 robos a joyerías e inmobiliarias de las localidades catalanas de Barcelona, Badalona, Tarragona, Palamós, Cambrils, Rubí, Esplugues, Platja d’Aro y Sant Antoni de Calonge. Además, acumulan cargos por pertenencia a una organización criminal, robos de vehículos, blanqueo de capitales y falsificación de documentos.

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