Una historia de la frustración y los sueños
miércoles 23 de julio de 2014, 13:48h
Ferran Aisa visitó el Espai Cultural Cèntric de El Prat de Llobregat el pasado 29 de enero para dictar una conferencia sobre la historia de las utopías. En el marco del ciclo Paraules 3D, el polifacético autor invitó al auditorio a conocer las aristas del anhelo humano por una sociedad justa, próspera y equilibrada. El pasado día 13 de febrero tuvo una charla con los lectores en la biblioteca Rubió i Balaguer de Sant Boi.
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Ferran Aisa es uno de los mayores conocedores de la historia del anarquismo catalán. |
Utopia. Del somni igualitari al pensament únic es una historia de los planteamientos de sociedades idílicas. Ferran Aisa sitúa el punto de partida en la Atenas socrática y camina en línea cronológicamente recta hacia el presente mostrándonos las principales utopías formuladas por el ser humano y sus características imprescindibles al uso de los manuales de filosofía del bachillerato. Esto es, con un tono pedagógico y sin profundizar en los autores y sus postulados pero ofreciendo un conocimiento general suficiente de manera que cada uno de los epígrafes del libro se convierte en una invitación a anotar nuevos títulos en la lista de lecturas pendientes.
Más irregular es en su redacción, que tan pronto consigue hilvanar los contenidos de manera que articulan una lectura fluida, como se empantana en redundancias excesivas que entorpecen el discurrir de los conceptos. Con todo, los contenidos poseen la fuerza suficiente como para continuar con la lectura aún en los momentos puntuales en los que la prosa nos deriva hacia el desánimo. Y es que, como en la mayor parte de su obra (Les Avantguardes o CNT. La força obrera de Catalunya), Aisa expone cuestiones interesantes.
Los amantes de la literatura, por ejemplo, sabrán degustar la visión que un historiador ofrece de las utopías y las distopías narrativas. Para explicar la concepción de las sociedades idílicas del siglo pasado, Aisa acierta a no limitarse a la filosofía pura y expone también la visión de literatos, urbanistas, pintores… A medida que su recorrido se acerca al presente, el estudio se vuelve transversal y adquiere nuevas cotas de interés. Recoge las propuestas de escritores como Aldous Huxley (Un mundo feliz) o H. G. Wells (Los primeros hombres en la luna), de un arquitecto urbanista de vanguardia como Le Corbusier, habla de la influencia del pensamiento utópico y libertario en autores tan relevantes como Émile Zola, Fiódor Dostoyevski… La visión que el autor ofrece de la utopía se derrama cubriendo la mayor parte de actividades intelectuales.
Quizá por desconocido, resulta especialmente interesante aprender cómo el pensamiento utópico puede manifestarse a través de la arquitectura. Si las ciudades imaginarias habían estado tradicionalmente limitadas al campo del pensamiento y, si acaso, de la escritura, el mencionado Le Corbusier deseaba hacerlo realidad a partir de la organización de las ciudades. Una vez se le ha ocurrido al vanguardista, parece lógico el intento práctico del arquitecto suizo, pero las utopías habían permanecido enjauladas en el verbo y la idea hasta que a este urbanista pensó que parte de las desigualdades sociales podían corregirse a partir de la disposición de los edificios sobre el terreno.
Más cercano geográficamente y más distante en el tiempo es Narcís Monturiol, célebre inventor del submarino. El apartado que se le dedica dentro del tercer capítulo es un contenido inesperado. Una obra que ha comenzado exponiendo los paraísos teóricos de Platón o More no hace intuir al lector que vaya a encontrarse páginas más tarde con la invención de las naves subacuáticas. Sin embargo, la agradecida transversalidad con que Aisa acomete su historia de las utopías nos da a conocer cómo el ampurdanés ideó su máquina-pez. El autor lo emplea para evidenciar formas menos explícitas de imaginar y materializar lo impensable, argumentando que sin el pensamiento utópico, sin la voluntad de avanzar hacia modelos ideales, no existiría el progreso.
Con todo, y pese a lo atractivo que resulta el epígrafe sobre el Ictíneo, se echa de menos una argumentación o al menos una cita que nos aclare el paralelismo que traza entre Monturiol y el capitán Nemo de las novelas de Julio Verne, al que además, considera un “ácrata”. Y no se entienda esto tanto como un reproche o una enmienda, sino como petición de quien aprendió a amar la narrativa con los libros de Verne a que descienda un poco más en el comentario de temas tan sugerentes. Sería una delicia leer un ensayo sobre las conductas libertarias del personaje de Veinte mil leguas de viaje submarino de la pluma de alguien con unos conocimientos tan enormes del anarquismo como Ferran Aisa.
Regresando a Monturiol, huelga decir que la atención que el autor presta a los personajes locales confiere a su obra un valor añadido. Sobre los discípulos de Sócrates, More, Bacon, etc. se han publicado un sinfín de títulos. Sin embargo, Aisa rescata y da voz a nombres como Felip Monlau, Francesc Sunyer, Joan Monjo o el propio Monturiol desde una perspectiva ideológica. Cuando nos presenta a los utopistas catalanes o españoles, además de ser innovador, la prosa del historiador se muestra mucho más firme y profunda.
Y es que Utopia tiene sus propias vetas de interés. La más sutil, la constatación de que la de la humanidad es una historia de desigualdad y frustración. No es una novedad, pero ofrece una excusa para detenerse a pensar en ello. La cíclica enunciación de sociedades alternativas en las que se corrigen los defectos de las presentes (la Atenas de Platón, la Europa de los totalitarismos del siglo pasado o el occidente del neoliberalismo) certifica que en cada momento ha habido incomodidades que han motivado la búsqueda del cambio. La secuencia frustración-crítica-propuesta ha llegado hasta los días presentes en que, si no me equivoco, existe un deseo compartido –por el 99% de la población que no detenta el 90% de la riqueza mundial, me invento los porcentajes– de una sociedad que se articularía alrededor de dos reclamaciones básicas: garantía del bienestar de las clases populares y honradez de los dirigentes políticos.
En el actual clima de hartazgo, Utopia se convierte en una palmada en la espalda. Nos ha de consolar que la historia de las sociedades occidentales se mueve siempre en ciclos que alternan el padecimiento y la lucha con la bonanza y la tregua. Otros se sintieron vencidos o estafados antes que nosotros. Y otros emprendieron el camino hacia el futuro que creían mejor. Aisa y su Utopia rescatan para el lector un horizonte utópico hacia el que avanzar.
Utopia. Del somni igualitari al pensament únic, escrito por Ferran Aisa y editado por Icaria. Cuesta 23,50 euros.||