Messi y Fàbregas han gastado 13 millones en propiedades en un año

Los dos futbolistas del Barça, amigos de la infancia, se han destapado como inversores inmobiliarios este último año. Entre los dos llevan gastados más de 13 millones de euros en propiedades.

Messi, que este verano ha depositado 15 millones de euros a Hacienda por irregularidades en sus declaraciones de renta desde 2007 a 2011, es un activo gestor de su patrimonio. En el último año ha comprado tres fincas solamente en la provincia de Barcelona: una casa de 400 metros en Gavà Mar para sus padres (le ha costado 3,5 millones), un piso de 100 metros en Pedralbes (con un valor de mercado de 1,5 millones) y la casa de sus vecinos de enfrente en Castelldefels (un millón).

Campo de fútbol y gimnasio con spa

El mejor jugador del mundo, con cuatro Balones de Oro expuestos en las vitrinas del Museo del Barça, también ha invertido un millón de euros en reformar completamente su casa de Castelldefels, donde reside. En los próximos años tiene previsto construir un pequeño campo de fútbol y un gimnasio con spa en los terrenos colindantes que ha incorporado --o está en proceso de hacerlo-- a su patrimonio, según explican fuentes cercanas a su entorno.

Entre los pagos a Hacienda y la inversión inmobiliaria, Messi ha gastado más de 22 millones en el último año. El argentino tiene un sueldo fijo de 12,8 millones netos en el Barça que se disparan a unos 16 millones anuales con variables. En concepto de marketing ingresa otros 15 millones, lo que le garantiza una retribución de entre 30 y 32 millones al año.

Medidas de seguridad

Fàbregas también ha invertido varios millones en activos patrimoniales este año. El centrocampista de Arenys de Mar se mudó a Castelldefels en mayo de 2013 previo pago de cinco millones por una casa valorada en la mitad. Se trata de una mansión de diseño que ha quedado totalmente renovada este verano, después de invertir otro millón más. Cesc, como Messi, adquirió uno de los terrenos colindantes a su nueva casa.

Sin embargo, la casa de Fàbregas no goza de las medidas de seguridad que tiene la del astro argentino. La mansión de Messi cuenta con un vigilante de seguridad contratado las 24 horas del día que no permite ni sacar fotos a la casa. El vigilante controla la escondida entrada al domicilio del jugador, apoyado por dos cámaras de seguridad, y tiene orden de avisar a la policía en caso de no seguir sus indicaciones, aunque no exista prohibición alguna de tomar fotos desde la vía pública.