Delincuentes

Los Mossos d’Esquadra han detenido a una mujer y dos hombres por hurto, estafa y usurpación de estado civil. Los tres delincuentes, con la mujer como 'cabecilla', lograron robarle el bolso a la mujer tras distraerla nada más aparcar su coche en Sant Andreu. Con sus tarjetas de crédito y su documentación personal en mano, los ladrones contrataron un crédito de 15.000 euros y realizaron varios reintegros en cajeros automáticos haciéndose pasar por la víctima. La unidad de Martorell ha conseguido localizar y detener a los tres implicados, que acumulan hasta 47 antecedentes criminales.

Entre el 17 y 26 de junio, los Mossos d'Esquadra han detenido en Gavà a cinco personas por robo con violencia y amenaza, el día 14 de abril. Este grupo intimidó y golpeó a un joven en una parada de autobús para robarle pertenencias, y amenazó al conductor del autobús por recriminarles no haber pagado el billete.

La empresa Olis Bargalló en Castellví de Rosanes ha sido víctima de un robo masivo de 10.000 litros de aceite de oliva. Los delincuentes desactivaron los sistemas de seguridad y se llevaron palets de cajas de aceite, botellas y la caja fuerte. Esta es la segunda vez que la empresa sufre un robo en menos de un año. Las pérdidas ascienden a más de 70.000 euros y el CEO advierte sobre el posible tráfico del producto robado.

Los Mossos d’Esquadra han detenido a dos mujeres de más de 50 años por estafa. Las detenidas aprovechaban su cargo de cuidadoras para robar las tarjetas de crédito de sus víctimas y sacar dinero en efectivo con ellas. En total, ambas mujeres habrían reunido una cantidad de 1700 euros con tarjetas robadas. Las cámaras de seguridad de los bancos han permitido identificar y detener a las dos sospechosas, de 56 y 60 años.

Los Mossos d'Esquadra han desmantelado un grupo criminal acusado de cometer siete robos en domicilios de la provincia de Barcelona. Los agentes han detenido a cuatro hombres, pero no se descartan nuevas detenciones. La organización criminal tenía sus raíces en países del Este, y su sede en la Ciutat Comtal de Barcelona. Los criminales se desplazaban a municipios del entorno para forzar las ventanas de domicilios seleccionados estratégicamente. Una vez dentro, robaban objetos de valor para revenderlos en el mercado negro.