El Tribunal Supremo ha desestimado un recurso de la familia Farràs contra el derribo de 11 naves industriales en el polígono industrial de Sesrovires en Sant Esteve. La disputa comenzó en 2008 cuando se impugnaron las licencias de obras y los terrenos donde se construyeron unas naves en unos terrenos que se habían vendido sin el conocimiento de los legítimos propietarios, la familia Farràs. El caso, al menos por ahora, se ha decantado definitivamente de parte del ayuntamiento, que está a la espera de la devolución de una fianza de 4,6 millones de euros.