La Generalitat de Cataluña ha aprobado 'con nocturnidad y alevosia' la ampliación de la ZEPA del Delta del Llobregat, que afectan a 2.300 hectáreas agrícolas, pese a estar en funciones. Los agricultores del Parc Agrari rechazan esta decisión porque la considerán no solo unilateral sino, sobre todo, perjudicial. El Institut Agrícola de Sant Isidre ha exigido que la ampliación se suspenda inmediatamente para proteger sus intereses, porque tendrá un impacto negativo en el sector agroalimentario y porque no cuenta con el apoyo político y social mayoritario del territorio. La patronal comarcal AEBALL también se ha sumado a las voces críticas con la decisión.