Politólogos y dirigentes de la izquierda actual mantienen una visión muy crítica respecto al proceso de transición vivido en España tras la muerte de Franco. En líneas generales, su visión, dista mucho de la de aquellos que fueron jóvenes durante los años setenta y ochenta del siglo pasado. Para la mayoría de las personas de aquella generación, la transición política fue un proceso positivo que trajo consigo la democracia a España. Sin embargo, la expresión "transición política" ha quedado superada en la actualidad por las referencias al "régimen del 78", al que se le atribuyen las limitaciones democráticas que sufrimos hoy en día.