|
(Foto: L'acudit d'en Kap) |
100 retos
Miren a su alrededor. Somos una sociedad marcada por números. Somos una cuenta bancaria; una afiliación a la seguridad social; cotizamos tanto, te corresponde una vergüenza; vivimos ligados a una hipoteca o un alquiler; buscamos obtener beneficios; muchos, una nómina.
Hacemos maravillas para cuadrar los meses en el supermercado; las etiquetas mandan y si nos decidimos el código de barras ejecuta. A partir de ahí, el producto -caduco como nosotros- es tuyo por perder cuantías. En lo personal, el calendario manda; pasamos el año esperando el mes de vacaciones; nacemos, cumplimos, morimos, y todo lo celebramos bajo el latido constante de la segundero. Ahora, agudicen su mirada. Los números, sin palabras, pierden el sentido, como su sociedad que ordena.
El Llobregat llega, tras casi una década de publicaciones ininterrumpidas, a su número 100 y, por ello, les ofrecemos un número ciertamente especial tras la coral labor de todo el equipo que está detrás de esta cabecera y que ha hecho un esfuerzo extraordinario para esta publicación. Nuestra confianza en el papel, en el periodismo de proximidad y, en definitiva, en la palabra es ciega. De hecho, doblamos paginación para este número 100 en el que recopilamos 100 retos, asignaturas pendientes, proyetos sin acabar, estrategias, debates, sendas de pensamiento por las que apostar, aspectos que impulsar... 100 números, 100 páginas, 100 retos. A diferencia de lo que es habitual en las efemérides -mirarse al ombligo y hacer una radiografía del pasado-, con este número hacemos una pausa; un punto y aparte en donde el presente y el futuro es lo relevante.
Aquí tienen, candidatos y candidatas a las alcaldías de nuestra comarca, nuestra hoja de ruta, sus deberes por hacer, sus Programas de Actuación Municipal que tendrán que concretar. Mande quien mande -puede haber sorpresas- estos son los retos del Baix Llobregat y L’Hospitalet, el territorio que nos da sentido y que defendemos. Ahora les toca a ustedes.
“Libres son quienes crean, no copian, y libres son quienes piensan, no obedecen. Enseñar es enseñar a dudar”, nos regaló hace tiempo el periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano, recientemente fallecido. Nosotros seguiremos creando, seguiremos pensando, seguiremos dudando. Y, sobre todo, seguiremos explicando. III