Recuperar y compartir el espacio público, la mejor manera de convivir

NoNo es ninguna mentira que viajar corrige esas actitudes más grises y retrógrados de nuestras sociedades acomodadas y egocéntricas. Solo hay que ir a Marrakech, por ejemplo, para ver la vida que tiene la vía pública de su Medina o como la plaza Jemaa el Fna, en su definición más básica, es el centro de toda la actividad de la ciudad, el nexo comunicativo fundamental. Esto era así en nuestras sociedades hace apenas unas pocas décadas, algo que hemos olvidado porque hemos caído en el error de convertir la calle y la plaza en un lugar, estrictamente, de paso.

En ocasiones, solo es necesario hacer un cambio de ‘chip’ en nuestra conciencia, un giro en nuestra manera de mirar y enfocar la sociedad, para mejorar las relaciones con nuestros conciudadanos, muchos de ellos de orígenes diversos. Con este objetivo, la Obra Social de La Caixa promueve desde el año 2010 el Proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural (ICI), al cual se sumaron este último verano la Asociación Educativa Itaca y la Fundación Marianao, siendo así tres ciudades ya las beneficiadas: El Prat, L’Hospitalet y Sant Boi.

Más análisis que intervención
El ICI promueve procesos de desarrollo, relación e integración que impliquen a los tres grandes protagonistas -Administración, recursos técnicos y ciudadanía- para la construcción de una sociedad cohesionada. De esta manera, se genera un modelo totalmente nuevo que sirve para impulsar procesos que favorezcan el desarrollo local y mejoren las condiciones de vida de toda la población; capacitar al conjunto de la sociedad para afrontar las oportunidades, retos y problemáticas de esta nueva realidad de migraciones fruto también de la globalización; y prevenir y revertir situaciones de conflictividad social en pro de la convivencia intercultural.

Este proyecto representa así un paso más de la entidad que, en los años precrisis, años de importante llegada de nuevos inmigrantes a España, ya llevaba a cabo un programa piloto en 17 municipios del país para ofrecer recursos y ayuda a los recién llegados. De 2005 a 2008, se introdujo la figura del mediador, algo hasta entonces desconocido; y a partir de aquí, la entidad da un paso al frente con esta nueva propuesta: “Cuando acabó el programa de mediación en 2008, ya viramos y dijimos: no se trata ahora de hacer una actuación dirigida a la gente que llega sino que es necesario focalizar los esfuerzos en la convivencia, gestionar la diversidad porque esta era ya la realidad, una realidad diversa”, explica la subdirectora de la Obra Social de La Caixa, Joana Prats.

Generar sinergias
El objetivo, pues, no fue crear otro pilotaje, sino un amplio proyecto con el objetivo de generar un modelo de gestión transferible a la sociedad de manera que cuando la entidad se retire del territorio, se hayan generado y se queden las sinergias necesarias para favorecer la convivencia y la cohesión social, algo que ya están consiguiendo en municipios como Elche.

Una de las decisiones fue poner el ámbito local como denominador común del proyecto. De hecho, el ICI solo se aplica a zonas de población limitadas entre los 30.000 y 40.000 habitantes para poder asegurar el éxito del proyecto en pocos años. “Los Ayuntamientos no pueden estar fuera del proceso, no tendría sentido; luego, de la mano de las entidades, nos permite liderar este proceso intangible pero fundamental que a través de un colectivo de personas liberados de la intervención directa, nos permite crear estas sinergias y estos espacios de relación”, dice Prats. “Se apuesta claramente a nivel metodológico por la intervención comunitaria, pero en un marco conceptual de convivencia y de cómo la entendemos a partir de lo que nos une, no lo que nos diferencia”.

Esto abre mucho más el abanico de posibilidades del proyecto que no se mueve estrictamente por el objetivo de intervención, sino también por el estudio y análisis de los territorios. De hecho, pese a que la columna vertebral de los ICI que se llevan a cabo en 40 municipios de toda España es común, cada uno tiene sus especificaciones.

Itaca y Marianao, referentes del Baix
En este sentido, la Asociación Educativa Itaca -en L’Hospitalet desde hace casi cuatro décadas- entra a participar en la última convocatoria que abre la Obra Social de La Caixa en julio de 2014 para impulsar el ICI en los barrio de Collblanc-La Torrassa, una zona acogedora por idiosincrasia y con una alta densidad de población: “Su realidad es muy concreta: menos de un quilómetro cuadrado, más de 60.000 personas. Como se suele decir, o te quieres mucho o puede surgir conflicto”, dice el director de la entidad, Felipe Campos. “A esta ecuación tenemos que sumar que ha sido un barrio acogedor en los últimos 50 años, primero de inmigrantes españoles y luego del resto del mundo, lo que nos deja una sociedad diversa y rica. Por ello, trabajamos de manera clara y muy activa para que los vecinos se organicen y construyan su barrio sean de donde sean, no ponemos el acento en la procedencia pese a que tengamos un 35% de personas extranjeras”.

Por su parte, Marianao es la prueba de que el proyecto ICI no solo es importante en materia de integración. Más allá de la función ‘intervencionista’ que casi que se exige al Tercer Sector, la entidad -también con un gran arraigo en la ciudad de Sant Boi- “siempre ha querido ser un dinamizador social del barrio”, avanza el responsable del Área Comunidad Educadora, Daniel Osiàs. Por ello, antes de entrar en el proyecto ICI, la organización sin ánimo de lucro había organizado en 2013 la iniciativa MarianaoTéCor para analizar y estudiar las principales problemáticas del territorio. “Nuestro planteamiento es desde el principio muy amplio porque no tenemos un índice alto de población extranjera, es del 11%, y no existen, en este sentido, problemas de convivencia”, matiza Osiàs.

Gracias a ello, Marianao pudo presentar un balance de 12 retos en educación, salud y familia -los tres ejes fundamentales del proyecto ICI- de tal manera que, realizado el retorno con los diferentes actores sociales implicados, ahora se abre el proceso de propuestas concretas para intervenir y mejorar esta realidad ya radiografiada.

Fiesta por la participación
El gran reto es, como decimos, romper con el modelo que solo pide soluciones a una problemática y que convierte el Tercer Sector en un gran Mesías para responder a lo que no es capaz de llegar la administración. Al final, es una visión cortoplacista sin sentido. El ICI va más allá y plantea este estadio previo de análisis para una intervención más medida con beneficios y resultados a medio y largo plazo. No se trata de ofrecer soluciones -que también- sino de concienciar y recuperar, a partir de la participación ciudadana, un espíritu de convivencia y cohesión social. Clara prueba es la reciente Acción Global Ciudadana (uno de los productos comunes del proyecto, con una Dirección Científica detrás) que se celebró en las distintas ciudades representadas, gracias a la organización de los colectivos que lideran cada uno de los 40 ICI que se llevan a cabo en España.

La fiesta fue un espejo más de la voluntad ciudadana de participación que, pese a la lluvia, consiguió llevar a cabo la jornada. Y es que, según el primer balance que hizo La Caixa, en 2012, los indicadores ya eran favorables después de dos años de trabajo. Ahora, a punto de presentar la siguiente encuesta referente a 2014, podremos observar la evolución en los distintos territorios; seguro que positiva. III