Las raíces del nuevo vecino

Una pobre protesta desde luego como remarcaron los tribunos ciudadanos. El primero Miguel García concejal y ex directivo del CE L’Hospitalet manifestó querer defender su capital familiar (su numerosa familia se puso en pie entre aplausos) asentada muy a gusto en Cataluña. Juan Marín, portavoz ciudadano en Andalucía, aludió a sus parientes enterrados a 20 km del lugar y se declaró convencido de que las reformas que la candidata Inés Arrimadas impulsará normalizarán Cataluña.

Entre aplausos besó a la jerezana de raíz salmantina. La Arrimadas, economista y auditora en un partido de “abogados”, manifestó que sus primeras medidas de ganar, serían hacer una auditoría de gestión y la revisión de concesiones de la Generalitat quebrada. Aludió a la gravedad del reto separatista: a nuevos pasaportes y prefijos telefónicos al extranjero. Reclamó la gratuidad de libros escolares y la apertura de quirófanos por las tardes. Manifestó su idea de que las identidades suman y su admiración infantil por la Barcelona cosmopolita. Aplausos.

Finalmente Albert Rivera recordó los 9 años de vida de C’s y su espectacular auge, manifestó su condición mezclada (charnega) con madre malagueña y su convencimiento de que desde Cataluña se ha iniciado un programa de reforma del actual sistema político español, recordó la quiebra económica autonómica aún a pesar del margen competencial superior a los cantones suizos y “landers” alemanes y austriacos: la corrupción y escándalos con una huida sin salida racional. Y reveló su nueva condición de hospitalense como su actual pareja y que como tal su intención de votar el 27-S en el cercano Colegio Sta. Marta de L’Hospitalet. Júbilo y aplausos en la Farga.