Adolfo Domínguez ha multiplicado su facturación por 20 respecto a años anteriores, incrementándola 1.918%, gracias a la apuesta por el comercio digital que ha liderado Valeria Domínguez, hija del diseñador Adolfo Domínguez y directora eCommerce&Omni-Channel de la firma.
La experta del marketing digital ha revolucionado la marca en tiempos de crisis en el consumo del retail y ha conseguido posicionar la web adolfodominguez.com como la quinta firma de moda más buscada online, sector en el que ha captado clientes de la nueva generación. Por ello, Valeria ha asegurado en un encuentro, de la sexta edición del Cornellà Creació Forum, que su equipo se compone de gente joven porque trabajan diferente, a la americana, con flexibilidad horaria y, en definitiva, “tus empleados son tus partners”.
Comercio digital para jóvenes
“Yo animo a los jóvenes a dedicarse al comercio electrónico porque aquí somos primordiales” remarca Valeria. En este sentido, ha defendido que “el canal online es el caballo ganador”, pero que la experiencia es un grado que puede ayudar a la empresa familiar a prosperar. Domínguez declara haber estudiado durante 14 años en Estados Unidos y esto le ha permitido aportar innovación y modernización digital a la compañía, así como haber contado con “apoyo incondicional de mi padre” desde que entró en 2011.
Esta apuesta se hace porque “el móvil se ha convertido en la centralita de nuestras vidas” por la inmediatez en la que vivimos, y “nosotros fuimos la primera empresa en España en ofrecer una atención al cliente vía WhatsApp” afirma Domínguez. De ahí, la necesidad de construir un ecosistema social y digital donde el 73% de los usuarios se informan en la web y luego finalizan su compra en la tienda, un espacio que será fiel a su elegancia clásica, ya que “hay gente joven comprometida con los valores de la marca”.
Competitividad en la empresa familiar
Por otro lado, Valeria ha hecho hincapié en que “la empresa familiar es muy competitiva si la siguiente generación, el relevo familiar, está bien formado”. En este terreno, Inma Puig consultora empresarial, ha recordado que “la familia es el alma de la empresa familiar”, pero que son excesivamente peligrosos los conocidos “agravios comparativos”, es decir, que el cabeza de familia y empresa haga diferencias entre sus progenitores.
Puig enfatiza en que todas las empresas han de saber gestionar sus conflictos porque esto beneficiará al conjunto, pero sobre todo en las que son familiares porque los problemas conllevan una carga emocional.
La consultora ha revelado los tres temas que podrían marcan la vida laboral de las compañías familiares. El primero es la propia decisión de los hijos de si continúan en la empresa familiar o prefieren marcharse a una de nueva. Por un lado está “la herencia y la sucesión” lo que implica una carga simbólica ya que dar un cargo importante a un hijo, en detrimento de otro, puede ocasionar problemas. Y por último, están los familiares “no de sangre” que “para según qué casos somos de la familia o no”. En este sentido, Puig confirma que lo peor que hay en la empresa familiar es “lo que no se dice, lo que se oculta”.