Hace apenas unos días, el Pleno del Ayuntamiento de Castelldefels, aprobó las nuevas Ordenanzas Fiscales para el año que viene con una triste noticia para los bolsillos de los contribuyentes de esta ciudad del litoral del Baix Llobregat.
Los impuestos municipales en años anteriores habían comenzando a verse rebajados, y con ellos, la elevada presión fiscal que sufren los vecinos, gracias a las rebajas de impuestos que se habían impulsado desde el gobierno encabezado por el Partido Popular.
Para el año 2016, los populares habían solicitado al Ministerio de Hacienda una rebaja de un 18% de los valores catastrales, lo cual impactaba directamente en los impuestos locales, especialmente, en el IBI y en la conocida plusvalía municipal. Castelldefels, es probablemente la ciudad de la comarca donde las viviendas tienen los mayores valores catastrales debido a que hizo una revisión de sus viviendas justamente en el punto más alto de la burbuja inmobiliaria en el año 2006.
Esto quiere decir que mientras los valores catastrales son de tiempos de máximos de la época de la especulación inmobiliaria, los valores reales de compra/venta se han visto sustancialmente reducidos, pero los vecinos venían como los impuestos no paraban de crecer año tras año.
El gobierno del PP durante cuatro años rompió la tendencia alcista de los impuestos, congelándolos primero y luego rebajándolos, pero para poder seguir reduciendo impuestos había que tocar el valor de las viviendas, y fue por ello que realizó la petición al Ministerio. Sin embargo, el nuevo gobierno municipal, formado por un abanico de pequeños partidos unidos, PSC, ICV-EUA, ERC y Podemos, tras llegar al poder decidió anular la petición de rebaja de los populares, renunciando a seguir con las políticas que habían impulsado sus predecesores que perseguían dejar más dinero en manos de los propios vecinos.
Castelldefels sigue siendo un lugar muy hermoso donde vivir, donde establecerse y formar una familia, pero lamentablemente, los intereses de los variopintos partidos que se reparten el poder actualmente, están llevando a la ciudad por un nuevo camino que poco ayudará a aliviar las grandes cargas impositivas que sufren sus ciudadanos. III