La Generalitat impulsa reformas de mapas y confirmaciones de lindes y conmina a nuestro Ayuntamiento y a sus vecinos a ponerse de acuerdo, mediante comisiones político-técnicas, creadas para ello. La nuestra tendrá: 2 geógrafos, 1 arquitecto técnico, 1 psicóloga, 1 ldo. derecho/economista, 1 político con estudios de agronomía: eso es en cuanto a sus cualificaciones aunque todos tienen su doble función como electos públicos o cargos de confianza.
Sant Boi tiene 2200 Ha. Es extenso respecto a sus vecinos, -el que más-, así que empezar la partida con la idea de una posible merma de 30 a 40 Has. parece asumible. Sin embargo, puede ser ello por sus efectos mucho más grave que una simple resta de hectáreas. Son los puntos conflictivos los que inciden en Planes, concesiones, tributos, licencias y sobre todo en el desarrollo urbano y de infraestructuras, de recursos ecológicos y paisajísticos e incluso y lo más notable en la perdida de recursos económicos y fiscales de manera definitiva.
Valdrán en estos deslindes por supuesto las nuevas técnicas de geolocalización y cartografías digitales y toda la parafernalia ad hoc… para decidir las ganancias y mermas de aluvión del Llobregat, de sus desvíos torrenciales, de las cautelas y terraplenes y sobre la Confederación Hidrográfica y otros temas inéditos que serán bien argumentados y defendidos por los afectados, pero sobre todo al final como en todos los conflictos habrá necesidad de un arbitraje y es ahí donde pueden empezar las dudas respecto a El Prat en un momento de pujanza urbanística máxima, con Cornellà denso y pequeño pero influyente en lo político y hasta con un Viladecans, tan hábil en atraer inversión a sus terrenos, con Sant Joan en pleno renacer urbano, quedarían Santa Coloma como una pedanía de facto de Sant Boi y Sant Climent, que lo es respecto a Viladecans. Pero hasta ellos están preparados para plantear la pugna territorial a su favor.
Un santboyano medio sabe de las mutilaciones y déficits territoriales de Sant Boi y su sector agrario de su fragmentación y de la invasión de infraestructuras y servidumbres de paso. Algunos tienen metro, nosotros autobús, otros Ave y Renfe, nosotros solo Carrilet. Esperamos habilidad y seguridad en nuestros comisionados cuando empiecen las discrepancias. Porque ser “el pulmón de Barcelona”, debe ser reconocido ya, no de nuevo penalizado. Acabada la función, quedarán unos mojones por muchos años, estemos atentos.