La procesión

Antes ha habido una misa flamenca organizada por la Hermandad que sin subvenciones mantiene su devoción y culto desde hace muchos años.

El paso del Cristo (220 kgs) es aupado por costaleros y la Virgen (230 kgs) por costaleras; sin más comienza el recorrido por las cuestas y bajadas del barrio en un circuito amplio que se desea aún más largo, pero se reconoce que les falta un refuerzo de 20 costaleros más. Unas 600 personas se aglomeran en el inicio y muchas siguen los pasos por las calles con respeto admirativo.

Este año la lluvia ha retenido a muchos seguidores del evento, que puede llegar a los dos millares de devotos en situación normal. Durante el trayecto y pausas se cantan “saetas” a “capella” o a palo seco, si quieren, bien entonadas y con sentimiento. También la banda de cornetas y tambores señala los momentos clave y anima en las paradas y levantadas de las andanas que unos 40 costaleros-as ocultos por unos faldones soportan en sus hombros. Dos maestres jalean con loas y voces de ánimo en los momentos difíciles, también se producen aplausos entre el público cuando se adivinan dificultades entre los porteadores que solo beben agua.

Fuerza, coraje y sacrificio como el de una costalera descalza que solo muestra un discreto tatuaje de tobillo. El mirón acaba conmovido por los niños tamborileros y las mujeres descalzas y por los alardes de levantar tras horas de caminata los pasos a pulso y cantando. El público de tipo familiar goza con un espectáculo en vivo y muy auténtico, si bien en otros tiempos los seguimientos eran superiores. La ventaja de la procesión de hoy es que la organizan y la hacen los convencidos, los devotos que necesitan poco y que se lo pagan todo, ofreciéndonos un acto bello y de notable interés antropológico.

Acaba la procesión y siguen ya parados los mutuos homenajes que el Cristo y la Virgen se rinden entre sí en forma de inclinaciones mutuas y de alzamientos repentinos que con cantos seguirán por horas, en una de las maniobras se lesiona una costalera y el paso se escora con peligro, la ayuda del público corrige y endereza a la Virgen. Emoción entre los asistentes.

Este año entre los invitados que portaban la vara de cofrades estaban dos ediles: el sr. Carcelén socialista y la sra. Olga Puertas de Ciudadanos que obviaron su última polémica sobre la seguridad ciudadana. Milagro temporal de la procesión de Semana Santa.