Justo cuando se cumplen tres meses del anuncio del Área Metropolitana de Barcelona, con el que se hacía pública la intención de prohibir la circulación de los vehículos más contaminantes en la zona metropolitana, además de la creación de Zonas de Bajas Emisiones, AMB ha avanzado que pedirá a la Dirección General de Tráfico etiquetar primero a los vehículos más contaminantes.
De esta manera, el ente metropolitano daría un importante paso para implantar la nueva vía estratégica propuesta para reducir la emisión de gases contaminantes. "Para poder actuar, necesitamos tener a los vehículos identificados. Es un trabajo que tienen que avanzar y hacerlo de forma acelerada", ha dicho el vicepresidente de Transporte y Movilidad del AMB, Antoni Poveda. "Sabemos que cada año mueren en Cataluña 3.000 personas por culpa del diésel", ha añadido, haciendo referencia a que es una cuestión de salud pública. Así lo ha dicho durante la presentación de los primeros datos de transporte público en el ámbito metropolitano del año. Según la propuesta que se aprobará en el Consejo Metropolitano, AMB considera que se debe tener en cuenta la propuesta de etiquetaje (tal y como se están haciendo en otros países europeos), complementándose estas con políticas para mejorar la calidad del aire. En este sentido, en cambio, el ente metropolitano considera que la DGT debe revertir las prioridades y empezar por las etiquetas rojas y no por las referentes a los vehículos de cero emisiones o 'Eco'.
Los vehículos más contaminantes, que tendrían que llevar el distintivo rojo, serían los turismos y las furgonetas ligeras de gasolina matriculadas antes de enero del año 2000 y los diésel de antes de enero de 2006. La etiqueta amarilla o B queda para los gasolina matriculados a partir de enero de 2000 y los diésel a partir de enero de 2006; mientras que la verde o C queda reservada para los gasolina matriculados a partir de enero de 2006 y los diésel a partir de 2014.
Por otro lado, en la propuesta que enviará AMB a Tráfico, se recoge también la necesidad de iniciar este mismo proceso de identificación para las motocicletas; la reorientación de las ayudas para la adquisición de vehículos eficientes; además de pedir a los fabricantes de vehículos diésel mayor transparencia y rigor en la información.
Baja un 0,4% el uso de transporte público
La propuesta del AMB se ha anunciado durante la presentación de los primeros datos de uso del transporte público en el ámbito metropolitano, correspondientes, en este caso, al primer trimestre: enero-marzo de 2016.
Según el balance de AMB, 159,60 millones de pasajeros han utilizado la red de transporte público de la zona metropolitana. Esto representa un descenso del 0,4% respecto al mismo periodo del año pasado. Según Poveda, estos datos "no esconden la tendencia positiva y de crecimiento de los últimos años" si no que se debe a factores "ajenos al sistema". En concreto, se trata del avance de la Semana Santa, que este año ha caído en marzo y no en abril, y, por otro lado, a la convocatoria de diferentes huelgas que se han dado tanto en bus como en metro a lo largo del trimestre. De hecho, según estiman, de no haberse producido estos factores, el uso del transporte hubiera mejorado en un 1,5%. "Estos episodios no esconden que el uso del transporte metropolitano experimente desde hace años una tendencia de crecimiento positiva", ha dicho Poveda, que defiende la red de movilidad metropolitana como "una medida real para lograr una movilidad más sostenible".
Esta curva ascendente que el transporte inició ya en 2013, y de manera ininterrumpida hasta este trimestre (aunque sea excepcional), se debe en gran parte a la mejora del empleo. En este sentido, cabe matizar que los ciudadanos, según los datos, siguen prefiriendo el vehículo privado como la mejor opción, ya que según los datos de 2015, el uso del vehículo privado aumento en un 4,6% mientras que el transporte público lo hizo en un 2,5%, algo que preocupa a la administración, según ha reconocido Poveda.
Por tipo de transporte, el Metro sigue siendo el medio más utilizado en el ámbito metropolitano con 92.785.116 pasajeros, pese a la pérdida de 2.298.086 usuarios respecto al mismo periodo del año pasado. Los buses de TMB ganan casi un millón de viajeros (46.690.886 en total), mientras que el incremento porcentual (4%) es para los buses de gestión indirecta, que gana 769.657 usuarios y rompe el umbral de los 20 millones de pasajeros (20.125.193 en total).