¿Cómo, que no te has enterado de que la alcaldesa ha estado en Brooklyn? -¿En dónde? -¡En Nueva York, en América! -¿Y a qué ha ido? -A presentar el espacio ése para los artistas, ahora no me sale el nombre… -¡El Distrito Cultural! -Eso, eso, el Distrito Cultural.
Golpe de efecto del gobierno municipal que se puede resumir en las palabras pronunciadas por Núria Marín ante la Red Global de Distritos Culturales (GDCN): “L’Hospitalet es a Barcelona lo que Brooklyn es a Nueva York”.
Como para no enterarte: cinco notas de prensa en una semana. El lunes: “La alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín, presentará en Brooklyn el proyecto de Distrito Cultural (DC)”. El martes: “La alcaldesa se reúne en Brooklyn con el operador de coworking (trabajo colabrativo) WeWork, interesado en abrir una sede en el DC”. El miércoles: “El alcalde del borough (una división administrativa) de Brooklyn visitará L’H la primavera de 2017”. Y el miércoles otra vez: “Núria Marín muestra el DC en Brooklyn como una triple oportunidad para generar creatividad, cohesión y riqueza”. El goteo acaba el jueves: “Núria Marín ofrece L’H como sede para la próxima reunión de la Red Global de Distritos Culturales”. Madre mía, qué cool, qué intensidad, seguro que la inversión ha merecido la pena.
El bombardeo mediático lo ha valido, pues el éxito de la iniciativa depende en gran medida de la capacidad de atracción de artistas y empresas culturales. Lo que no aparece en el argumentario del gabinete de prensa es que Brooklyn, oh no, está en crisis y la alcaldesa lo sabe. “Sí, claro que me han hablado de que, después de 40 años, los precios inmobiliarios han subido y existe el problema de captar a jóvenes artistas emergentes”, ha reconocido en La Vanguardia. La cuestión, a mi modo de ver, reside en si esta situación se puede y se quiere evitar o se percibe como un “daño colateral” del proyecto. Que ya sabemos que los daños colaterales sólo afectan a unos cuantos y Dios sabe dónde estaremos de aquí a 40 años, ¿no?
Nadie informa de los medios de comunicación
Ante el exceso de propaganda brooklyiniana -¿he dicho propaganda?-, sorprende la falta de información sobre los cambios que se han producido en los medios de comunicación municipales. Este jueves 26 de mayo, el Consejo de Administración de La Farga, la empresa que gestiona los medios públicos, ha dado cumplimiento al punto sexto de una moción aprobada por toda la oposición –incluidos los ahora exconcejales de Guanyem- en el pleno del 27 de octubre de 2015: “Instar a La Farga Gestión de Equipamientos Municipales S.A. para que garantice que la Sra. A. E. no ejerza las funciones de dirección de los medios de comunicación municipales de L’H y que proceda a realizar las correcciones oportunas en la web de esta entidad para que la Sra. A. E. aparezca con el cargo para el que fue contratada”(p. 120).
Los concejales se refieren a Anna Esteve, quien figura como “Directora de los Medios de Comunicación de L’Hospitalet” hasta el día de hoy en la mancheta del portal digital, cuando debería poner coordinadora. A partir de ahora, Esteve se encargará del Portal de la Transparencia y será sustituida de forma provisional por Rosa Salguero, actual coordinadora de Torrebarrina.
El cambio habrá sido muy bien acogido por la redacción y la oposición, pues en la moción del 27 de octubre se afirmaba que la Dirección “carece de empatía con los trabajadores y […] de la confianza de los partidos políticos de la oposición”. Esto lo reconoce implícitamente el Consejo de Administración de la Farga cuando aprueba el quinto punto redactado por el gerente, Manuel Pérez, donde se dice textualmente que existía una “situación poco positiva en la gestión del día a día”, que se ha vivido un “tiempo de adaptación difícil” desde que cerró Radio L’H en 2012 o que con el cambio se pretende conseguir una “recuperación cualitativa” del servicio y una “mejora en el clima laboral”. Y no busque la propuesta detallada, porque no la va a encontrar. Afortunadamente, esto no volverá a ocurrir, porque en la reunión del 26 de mayo también se ha aprobado la implementación del Portal de la Transparencia (punto cuatro).
En fin, los medios de comunicación públicos se hallan ante un cambio provisional, no definitivo, pero que supone un primer paso en la mejora de los mismos, algo suficientemente importante, creo yo, como para dedicarles unas líneas, y más con la polémica que han generado. Es más, los ciudadanos tampoco sabemos cómo va el proceso institucional que ha de dar cumplimiento al Reglamento de Organización y Funcionamiento de los Servicios de Comunicación Municipales de L’H.
De momento, se ha constituido el Consejo Consultivo y Asesor, según consta en el punto dos del orden del día del pleno del 31 de mayo. No obstante, queda por nombrar a los máximos responsables de los medios municipales, según consta en el artículo 14 del Reglamento: el Consejo Ejecutivo y de Programación y la Dirección ejecutiva. Sus señorías habrán de ponerse de acuerdo, por tanto, en el modelo de comunicación pública que desean y en quién será la persona responsable de su ejecución.
Tampoco sabemos cómo van los “estudios sobre el procedimiento de gestión adecuado y sobre su impacto económico conducentes a la reapertura de la Radio L’H”, como figuraba en la moción aprobada el 27 de octubre. Paradojas de la vida, los medios informan de todo y de todos, menos de sí mismos. Parece como si siguiéramos pensando que los periodistas no deben ser los protagonistas de la información, sin darnos cuenta de que realmente no lo son. Aquí lo que importa es el derecho a una información veraz, plural y de interés público. Y este derecho pertenece a todo el mundo, no únicamente a los profesionales de la información.
Breve anexo significativo: la comunicación sobre los toldos del Parque de la Serpiente
En la crónica de la semana pasada sacamos a colación la polémica de los toldos colocados en el Parque de la Serpiente del barrio de Sant Josep. El martes 24 se celebró la reunión con los vecinos descontentos, tal y como estaba previsto. En síntesis, los concejales José Castro y Jaume Graells explicaron las dificultades del proyecto –el parque se halla encima de un aparcamiento-, escucharon las sugerencias de los vecinos y se comprometieron a estudiar una solución urgente de cara al verano. Yo alabo la paciencia de los representantes, porque no es fácil dialogar con un grupo descontento, pero tampoco puedo ocultar mi decepción al no ver nada publicado al respecto, ni un triste cartel donde figurara: “El teniente alcalde de Urbanismo, José Castro, estudiará la viabilidad técnica de las propuestas que le lleguen en los próximos días al siguiente correo electrónico: [email protected]”. Tampoco se ha dicho nada sobre el caso de la asociación Sumem. Está claro que hay temas hipervisibles y otros absolutamente invisibles.
Si (
No(
