“Cambios sustanciales” en el proyecto urbanístico obligan a una nueva aprobación provisional que requiere exposición pública
A veces da la impresión de que la política y la ciudadanía siguen caminos paralelos que sólo en contadas ocasiones se tocan. Es lo que parece que ha sucedido con el Plan Director Urbanístico Gran Vía – Llobregat (PDU), el proyecto de remodelación de la segunda fase de la Gran Vía de L’Hospitalet y los accesos al río Llobregat. Así, mientras por un lado la Generalitat ha modificado sustancialmente el PDU que presentó en enero de 2015, la ciudadanía ha salido a las calles para reclamar su paralización y un proceso participativo donde se tenga en cuenta la opinión de los vecinos.
Cambios sustanciales
El subdirector general de Planificación Territorial y Paisaje, Josep Armengol, ha reconocido a El Llobregat que el PDU ha sufrido cambios “suficientemente sustanciales” como para requerir una nueva aprobación provisional, lo que supone un nuevo periodo de exposición pública y un nuevo periodo de alegaciones. Armengol también ha asegurado que el proyecto se aprobará antes del verano, aunque no ha podido determinar la fecha exacta.
Mientras tanto, cerca de 200 ciudadanos, convocados por la asamblea No més blocs – Salvem L’Hospitalet, han salido a las calles el sábado 11 de junio para mostrar su rechazo al PDU que conocen y que, según consta en el manifiesto que han leído delante del Ayuntamiento y que ha conseguido más de 400 adhesiones online hasta la fecha, supone la construcción de 26 rascacielos. El documento cuestiona fundamentalmente el modelo seguido en la plaza Europa, a su juicio claramente “especulativo”. No en vano, algunos de los eslóganes más escuchados durante el recorrido ha sido los siguientes: “Este Ayuntamiento especula con cemento”, “Estamos hasta el chocho de la cultura del tocho”, “Contra la especulación, movilización”.
Los manifestantes también han reclamado la inclusión de la zona agrícola de Cal Trabal en el Parque Agrario del Llobregat, facilitar un espacio para el cultivo de huertos vecinales y preservar y mantener el entorno medioambiental en los alrededores de los centros hospitalarios. De hecho, han contado con el apoyo de la Unió de Pagesos, que ha desfilado con un tractor, y han plantado unas hortalizas delante del Consistorio. Al acto también han acudido representantes de los vecinos y pensionistas de la ciudad y ha concluido con una paella para los presentes.
El PDU aprobado en enero de 2015 preveía la transformación de tres espacios que suponen el 7,96% de toda la población de L’H: unos 1.000 metros de la Gran Vía, donde tendría cabida el proyecto Biopol’H (sector 1), los terrenos destinados al parque de Cal Trabal (sector 2) y el suelo próximo a la carretera del Mig (sector 3). Los costes urbanísticos previstos rondan los 141,6 millones de euros, 98,4 de los cuales corresponden a la reforma de la Gran Vía. III