Todos los asistentes al estreno del documental “El Cinturón Rojo” fueron protagonistas de la lucha antifranquista desplegada en la década de los 70 por obreros-sindicalistas, estudiantes politizados y periodistas. Una lucha que supuso para las postrimerías del franquismo el principal problema, junto al de ETA, aunque por motivos bien distintos. En las tres huelgas generales del Baix Llobregat con Franco todavía vivo, fueron impulsadas por los trabajadores de la Elsa y Laforsa y se luchaba por dignificar las condiciones laborales y por la libertad y la democracia, mientras muchos de sus coetáneos que ahora ocupan buena parte de la escena política, iban a lo suyo o, como mucho, se dedicaban a hacer excursiones en una agrupación escolta o la UEC. Eran personas ordinarias que fueron capaces de conseguir conquistas extraordinarias y transformar la realidad, en aquellos momentos suburbial.
El CitiLab de Cornellà fue este viernes el escenario de un reencuentro de quienes protagonizaron la transformación de nuestra comarca dentro de otra gran transformación que fue la España de la Transición. El estreno del documental, dirigido por Luis Campo Vidal, se antojaba una fiesta de antiguos alumnos, en este caso, de la escuela de la vida, de gentes con evoluciones diferentes pero que vivieron un momento de la historia de nuestra comarca en el que las alianzas presidían cualquier iniciativa, por muy diferentes que fueran las visiones y la ideología de cada cual.
Francesc Castellana, presidente de la Fundación Utopía, agradeció a las 103 personas que han aportado recursos personales y a los ocho ayuntamientos que han colaborado en la financiación de los casi 25.000 euros que ha costado realizar un documental de 72 minutos de duración, que recopila 33 voces de la lucha antifranquista de los años 70 en el Baix Llobregat, que dejó de ser la huerta de Barcelona para convertirse en la punta de lanza de la industrialización y también de la lucha obrera por la democracia.
Del tanatorio a la pantalla
Luis Campo Vidal reconoció que la idea de hacer este documental se le ocurrió en un escenario bastante insólito: un tanatorio. Despidiendo a un viejo amigo y compañero se dio cuenta de que se estaba perdiendo trozos de historia. Rápidamente encontró el respaldo de la Fundación Utopía y el resultado son 33 testimonios, seleccionados por su valor y no en función de cuotas, ni de género, ni territoriales, ni ideológicas. Unos testimonios que, repartidos en 16 capítulos, narran los cambios acaecidos en la comarca entre 1970 y junio de 1977, cuando se celebraron las primeras elecciones generales democráticas, porque las municipales hubo que esperar hasta 1979.
La solidaridad, la consciencia de clase y el asociacionismo comparten protagonismo en el documental con la descripción de las tácticas usadas para oponerse a la dictadura, como las pintadas, la edición de octavillas y la organización de la resistencia en las huelgas generales. Pero también se pone de manifiesto la solidaridad ciudadana tras las inundaciones. Todo ello con el protagonismo de escenarios como los barrios Almeda y Sant Ildefeons (Ciudad Satélite) de Cornellà o Sant Cosme, en El Prat de Llobregat, pero también Esplugues.
Lección para jóvenes
En las intervenciones previas y posteriores al estreno del documental, se habló de la vigencia de los valores de aquella época y de muchas de las reivindicaciones de aquellos años en ámbitos como la inmigración, el papel de la mujer y los derechos laborales. Pero también la vivienda. "En el documental oímos el testimonio de un sevillano que vino en un tren 24 horas. Ahora vienen en patera, pero la situación es la misma, la de personas que buscan un futuro mejor", sostuvo el director de la cinta.
Para la profesora de Derecho Constitucional María Argelia Queralt, este documental tiene un importante valor pedagógico, especialmente para que los jóvenes entiendan que la vida es nómada y que, aunque hoy día sean otros los inmigrantes, en el pasado lo fueron sus padres, sus abuelos o cualquier otro familiar. No se trata de una película vanidosa que haga un acopio de batallitas, sino una lección de historia narrada desde los valores que movieron a tanta gente para conseguir un bien común para la sociedad.
Entre los asistentes se encontraban el expresidente de la Generalitat, José Montilla; el secretario general de CC OO en Cataluña, Joan Carles Gallego; el diputado de CSQP, Joan Coscubiela, la diputada socialista en el Congreso, Meritxell Batet, la del PSC en el Parlament, Eva Granados y los alcaldes de Cornellà, Antonio Balmón; El Prat, Lluis Tejedor; Viladecans, Carles Ruiz; Molins de Rei, Joan Ramon Canals; Sant Vicenç dels Horts, Maite Aymerich, y Sant Joan Despí, Antoni Poveda. Tras la proyección, se celebró un coloquio en el que se destacaron las diferentes luchas laborales y vecinales de la comarca a cargo del periodista Manuel Campo Vidal, hermano del director, la profesora de derecho Constitucional Maria Argelia Queralt y el director adjunto de El País, Lluís Bassets.
El documental "El Cinturón Rojo" se estrenará el próximo 7 de marzo en los Cines Girona de Barcelona y, posteriormente, se emitirá por televisión.