Miras nuestro entorno desigual, desde Sant Ramón u otra altura y percibes sin necesidad de un dron que en nuestra ciudad de Sant Boi hay escasas instalaciones fotovoltaicas y aerogeneradores eólicos, nada que ver con la paupérrima Grecia y Portugal donde en muchos tejados se ven los acumuladores solares de marca alemana y en sus colinas las aspas de los molinos de viento que aprovechan la energía gratuita que dispensa la naturaleza.
Sabido es que en Cataluña no se han impulsado a tenor de su grado de desarrollo general: las energías “verdes”, los obstáculos para ello han sido muchos e inexplicables, casi siempre de raíz político-administrativa, desde referéndums vecinales paisajistas, hasta la crisis última con su retirada de primas y subvenciones.
Todo ello nos empeoró al ya de por sí “dependiente” mapa del sector energético catalán. Apagones y tarifas de las más caras de Europa ¿ Es conveniente fiarse de la energía nuclear, en manos francesas y de la distribución y producción (ENDESA) con control italiano? Lo sería con ciega óptica liberal, pero este “dejar hacer” choca con la realidad de poderes municipales, comarcales y regionales con predominio de la sensibilidad izquierdista.
Y ya con ellos ¿Por qué esta evidente falta de resultados en el sector de las energías alternativas? Miremos en el llamado “Parc Agrari”, nuestro “coto verde” cuya falta de desarrollo general y transversal es comprobable, salvo excepciones ¿Hablamos de ecología agraria o la practicamos y hacemos rentable? Porque ahí se sigue todavía con: el riego por inundación, la falta del gota a gota, la biomasa… Stop.
¿Para qué hablar más del sector primario? En el industrial y servicios el impacto “verde” es mínimo, también en el terreno de las instalaciones municipales hay escasez de medidas significativas ¿Por qué? Pronto se cumplirán los dos años de las elecciones municipales del 2015, ¿Es poco? Para un tema de energía alternativa ‘No’, pero sin refugiarse en excusatorios –actas y actos, los BOES y DOGS-, y con casi 38 años de mando PSC ininterrumpido en Sant Boi, el poder local sí puede desarrollar los temas de largo recorrido e impacto de la economía “verde”.
Así pues, lo cierto es que “Hay que ponerse, aún las pilas” y recuperar atrasos a escala propia de lo que sí resulta provechoso en: Navarra, Aragón, Andalucía, Galicia… y hasta en los países más pobres de la UE: Irlanda, Grecia, Portugal o también en el Prat y Sant Joan. Y es que Sant Boi tiene cifras rojas: en paro, altas y bajas industriales, rotación de empadronados y en kWs verdes. Habrá que empezar por la energía ahorrada y autogenerada y con la central de Endesa, nuestro céntrico obstáculo urbano y seguir con el agua, de concesión discutida: son dos temas de gran interés ciudadano y lucimiento municipal. Eso es impepinable.