Gastón, no nos dejes. El cierre de Tanta, el restaurante que Gastón Acurio tenía en el Eixample barcelonés, sorprendía a los amantes de los sabores limeños hace unos meses. El prolífico empresario que logró poner el ceviche -literalmente- en boca del mundo (tiene restaurantes desde San Francisco a Londres, pasando por Buenos Aires y Miami) necesitaba un respiro, volver a mimar sus orígenes.
Así que regresó a Lima con su mujer después de bajar también la persiana de Astrid&Gastón de Santiago de Chile, su primer y celebrado local fuera de su país. En Barcelona la pena nos duró poco. Por suerte, el hotel Mandarin Oriental no lo dejó escapar del todo. Desde el pasado abril Gastón Acurio firma la propuesta gastronómica de las dos terrazas del emplazamiento de Passeig de Gràcia. Con el frío (siberiano o no) de estos días, la exótica carta se ha refugiado en su lujosa coctelería, Banker’s Bar, convertida durante estos meses de inclemencias climáticas en una taberna peruana en la que entrar en calor a golpe de tiraditos y pisco sour.
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