Mileuristas temporales pero agradecidos

En primer lugar, reconozco haber comprado alguna vez en Amazon, fundamentalmente libros, falta de la que me arrepiento sinceramente pero en la que me temo, tarde o temprano volveré a caer. En segundo lugar, admito que soy un pobre idealista, un tipo tan ingenuo que a estas alturas aún sigue pensando que la gente tiene derecho a ganar salarios dignos, a tener las mejores condiciones laborables posibles en sus puestos de trabajo y que las grandes compañías multinacionales tienen el deber moral de repartir sus beneficios no sólo con sus accionistas, sino también con sus trabajadores. De este último pecado, ni me arrepiento ni poseo propósito de enmienda alguno. Sí, imagino que nunca podré entrar en el paraíso del mundo capitalista que tanto se anuncia en boca de grandes mentes sesudas pero que, como el otro, nadie ha visto nunca…

Quizá algunos de ustedes, queridos lectores, se preguntarán a cuento de qué esta confesión de culpas. Es muy sencillo. Amazon ha decidido instalar un centro logístico en El Prat que al parecer contratará a un buen número de personas de la comarca. Como pueden imaginar, todo es alegría al respecto. Tanto es así que nuestras autoridades políticas no han podido esperar al 4 de octubre, fecha en la que al parecer ya estarán en funcionamiento las instalaciones, y han acudido en masa a hacerse la foto en unas naves a medio acabar.

¡Cómo iba a resistirse un político ante tamaña ocasión! Así que decidieron, felices, pasar el día haciéndose fotos y dando un discursito. Es más, no sólo hablaron, sino que además se vinieron arriba… En concreto el señor Puigdemont, presidente in pectore de la Generalitat afirmó que la inversión de Amazon en este centro logístico era especial “porque afecta al futuro, pues sabemos que el futuro va en esa dirección”.

Imagino que nuestro “president” debe andar muy liado, pero quizá alguien de su gabinete de prensa tal vez podía haberle comentado algún “detallito” sobre Amazon. Por ejemplo que en el 2014, Jeff Bezos, CEO de esta compañía, fue elegido el peor jefe del mundo por su política laboral, y que poco después el New York Times publicó un reportaje donde se aseguraba que a los trabajadores de Amazon se les exigían jornadas de trabajo que rozaban la inhumanidad, o que por ejemplo, en 2013 un programa de la televisión pública alemana denunció las penosas condiciones en que trabajan los inmigrantes eventuales contratados por la multinacional. Como ven toda una perlita de compañía… Por redondear la reflexión les diré que la mayoría de los trabajadores que serán contratados para este centro logístico serán mileuristas, por supuesto, ah! Y se calcula que el 50% de la plantilla tendrá un contrato temporal…

Si el futuro de nuestro país es ser sede logística de Amazon, ¡apañados vamos! Aunque claro, eso a nuestros políticos qué más les da, ¡ni son mileuristas ni serán despedidos del todo nunca! Probablemente si alguno de ellos lee este artículo me acusará de falta de realismo afirmando que soy un tiquismiquis que nunca está contento con nada y que me preocupo por cuestiones tan vulgares y aburridas como llegar a fin de mes o pagar la hipoteca y que por eso me falta perspectiva, que el “magnífico” futuro que viene es del trabajo precario, el de ganar un salario de mera subsistencia y eso sí, estar eternamente agradecidos a quienes tienen la “bondad” de explotarnos convenientemente.

Así que antes de que me acusen de nada, lo vuelvo a hacer yo, sí soy un pecador, un ingenuo e incluso un pensador peligroso, ¡hasta aspiro a ganarme decentemente la vida trabajando! III