El Baix Llobregat ha sido escenario de la primera parada del polémico autobús de ‘Hazte Oír’ en Cataluña que, efectivamente, no ha necesitado entrar en ningún casco urbano para sufrir la oposición con la que cuenta la campaña y que, en este caso, ha llegado a niveles vergonzosos. Así lo ha exclamado, de hecho, la alcaldesa de Pallejà, Ascensión Ratia: “Es una pena que el municipio se conozca por una circunstancia como esta”.
Y es que el presidente de ‘Hazte Oír, Ignacio Arsuaga, ha sufrido el lanzamiento de huevos, de salsa de tomate, además de ser escupido y fuertemente increpado mientras atendía a los medios de comunicación. De hecho, ha tenido que ser escoltado por Mossos d’Esquadra para abandonar el lugar, en donde se ha concentrado un centenar de personas para mostrar la oposición a la campaña ‘Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Lo dice la Biología. Respeto para todos, no al bullying’.
Los hechos han ocurrido en una gasolinera ubicada en el término municipal de Pallejà, donde el autobús tenía previsto hacer parada. Antes, en cambio, ha sido parado por agentes de tráfico en el peaje de Martorell para comprobar la documentación a petición de la Generalitat. Finalmente, se ha emitido una resolución por parte del Departament de Treball, Afers Socials i Famílies con la que el Govern de la Generalitat ha paralizado la circulación del autocar como medida cautelar “ante los mensajes discriminatorios contra las personas transgénero e intersexuales” amparada por el artículo 24 de la Ley 11/2014 para garantizar los derechos del colectivo LGBT.
El autobús ha acabado, de momento, en un depósito de Castellbisbal. Además, el expediente abierto por la Generalitat recoge una multa de sanción que será comunicada a la entidad.
Durante la accidentada atención a los medios, Arsuaga ha apelado a la libertad de expresión -“Pensaba que estaba en una sociedad tolerante, democrática y plural”- y ha criticado que haya “políticos que inciten al odio contra nosotros”.
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