Zoido propone evaluar los riesgos y valorar la instalación de medidas pasivas en las Juntas Locales de Seguridad. 28 de los 31 municipios del Baix Llobregat y L’Hospitalet cuentan con un cuerpo local de policía.
Las policías locales de la comarca se han integrado en la lucha antiterrorista como resultado del refuerzo del nivel 4 de alerta en España adoptado en la reunión extraordinaria del Ministerio de Interior para evaluar la amenaza tras los atentados de Barcelona y Cambrils.
En respuesta a la petición del ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, de “estrechar la colaboración con los policías locales para incorporarles en la medida de sus competencias” en la lucha antiterrorista, también las juntas locales de seguridad analizan los riesgos de cada municipio y valoran la instalación de medidas pasivas de seguridad. Se trata de la colocación de elementos físicos como bolardos, maceteros o los conocidos como ‘New Jerseis’ para evitar ataques como el perpetrado en las Ramblas de Barcelona y el que se abortó en Cambrils, precisamente gracias a la instalación de una de esas barreras que hizo volcar al vehículo de los terroristas.
Sumar a los locales
En nuestra comarca, 28 de los 31 municipios cuentan con un cuerpo local de seguridad pese a que solo las ciudades de más de 10.000 habitantes están obligadas, tal y como recoge el capítulo policial del libro “Qui és Qui: Radiografia dels qui manen al Baix Llobregat i L’Hosptialet”, editado por BCN Content Factory con la colaboración de El Llobregat,
Es indudable, como apunta José Luis Ortega, coordinador de la Agrupación de Policías Locales de Comisiones Obreras, que tener un cuerpo local de seguridad ha sido una cuestión de prestigio para alcaldes y equipos de gobierno que buscan cumplir sus ordenanzas municipales, su teórica principal competencia. Pese a ello, la realidad es que los agentes locales hacen mucho más que eso. Prueba de ello es que tras la expansión inicial de Mossos d’Esquadra en nuestra comarca, hubo un planteamiento de que las policías locales dieran un paso atrás en materia de seguridad ciudadana a la expectativa del nuevo marco policial para evitar pisar competencias a la policía catalana. Con el tiempo, los policías locales se han visto obligados a apoyar en la vigilancia de la vía pública. Ahora, la amenaza terrorista les obligará a dar un paso más e incorporarse, junto al resto de fuerzas, a la lucha contra el radicalismo yihadista.
Ejemplos de valor
Y es que, pese a que las policías locales se encuentran inmersas en retos como la renovación de los cuerpos –con una edad media de más de 50 años- o encontrar su propio espacio, estos cuerpos de seguridad de proximidad pueden aportar mucho, tal y como quedó demostrado, recientemente, en Gavà, en donde la labor del sargento Antonio López -fallecido tras los hechos- y del cabo Juan Cortés evitaron una masacre en el tanatorio de la ciudad de manos de un asesino armado con un rifle.
Nada tenía que ver con la amenaza terrorista, pero tanto López como Cortés evitaron que Jorge C. llevara a cabo la venganza que tenía prevista. En el tiroteo, el sargento López, de 52 años, resultó herido en la mandíbula, disparos que le provocaron la muerte días después.
Sin bolardos
Los atentados en las barcelonesas Ramblas y en Cambrils han abierto un debate sobre la necesidad de instalar barreras arquitectónicas en los lugares de gran concentración ciudadana, mediante la colocación de bolardos, maceteros o ‘New Jerseis’ en nuestras ciudades, opción que se descartó en un principio pese a la recomendación de Interior tras el atentado de Berlín a las puertas de las fiestas navideñas. Una recomendación que reza así: “Desde la Comisaria General se considera necesario que se establezcan medidas de protección físicas que impidan ataques de similares características en lugares de alta concurrencia de personas […] La protección de estos espacios públicos se debería llevar a cabo por los Ayuntamientos mediante la instalación provisional de grandes maceteros o bolardos de accesos a los mismos que dificulten o impidan la entrada de vehículos”.
No obstante, la estrategia policial adoptada fue entonces otra, tal y como sirvió de ejemplo L’Hospitalet, la segunda ciudad de Cataluña, en la cobertura policial de la Cabalgata de Reyes, donde se amplió efectivos tanto de Mossos d’Esquadra como de su Guàrdia Urbana –se llegó al centenar de agentes-, además de aumentar el perímetro de seguridad y la vigilancia. También se incrementaron los puntos de control con agentes ARRO (Àrea Regional de
Recursos Operatius de Mossos d’Esquadra). Pero igual que en Barcelona, se descartó la colocación de elementos disuasorios de vehículos, algo que sí hizo Madrid. III
Gavà despide a Antonio López
Padre de una hija y marido de la concejal del grupo municipal de Ciutadans, Guadalupe del Río, el sargento gavanense estuvo ingresado 13 días en el Hospital de Bellvitge, donde se logró, tras una primera intervención, cortar la hemorragia de sus heridas. Sin embargo, el infarto cerebral que sufría acabó, lamentablemente, con su vida.
El sargento contaba con toda su trayectoria profesional vinculada al cuerpo local de policía. Comenzó en 1994 como agente en prácticas y estuvo de interino hasta 1995. En 1999, sería ascendido a cabo, cargo que ostentó durante diez años, cuando fue elegido sargento. Tanto él, a título póstumo, como Cortés han recibido la medalla de la ciudad como reconocimiento a su labor. Reconocimiento al que se suma esta publicación. III