Parés es un líder natural, que como cofundador de “Unió de Pagesos”, tiene los pies en la tierra; sin embargo, hace días organizaba tractoradas frente a la Delegación de Gobierno con la mente en el octubre de 1934; y desarrollando a la vez actividades con un grupo de jubilados y la asesoría a su sindicato.
Parés, menudo y fibroso a sus 70 años, se sabe en tiempo de descuento -9 años en relación a sus padres, aunque tuvo una abuela de 103 años que murió lúcida-.
Sabe también que su hija no quiere continuar con los campos que ahora tiene arrendados. Es un hombre activo que ha trabajado toda la semana durante años, sin vacaciones.
Por esto, cuando te conduce por el Parc Agrari iniciado con el PGM de 1974 de Solans-Serratosa y te explica que el “asegurarlo” en 1996 se debió a algunos “pagesos” ya muertos y que él es el último superviviente intuyes casi la pasión de un propietario rural, que se indigna con: los huertos ilegales, los canales de riego anegados de cañas y los destrozos de tordos, torcaces y jabalíes que proliferan en exceso, sin que los políticos resuelvan.
También comenta los cambalaches de terrenos, expropiaciones y los malos usos de fabricantes de “compost” (Burés) y de las instalaciones de chatarrerías o triperías abandonadas. Porque la lucha por la tierra, la conoce de antiguo. Su padre se enfrentó a los hacendados locales: Francisco de Ros y a los Puig de Cárcer, consiguiendo mejorías en sus contratos de aparcería.
Su padre con dos hectáreas compradas logró la autonomía material para los suyos, muy pronto. Vendiendo en los mercados del “Ninot” y “Concepción” de Barcelona y al evocarlo, Parés recuerda algo olvidado: en 1936 con la Guerra civil en un rebautizado Vilaboi hubo enfrentamientos entre los “rabassaires” y los colectivizadores de la CNT-FAI, en poder de la Cooperativa agraria (1903) y provocando que esta pugna entre ambos llegará a máximos; al obligar los “rabassaires” (armados con escopetas) a la CNT-FAI, a desistir y conseguir así vender su producción directamente, sin intromisiones colectivistas.
Hoy, el Parc aguanta mal que bien los abandonos de cultivadores, las discrepancias con los políticos de la zona y la tensión generada por la estricta interpretación de normas ambientales y restrictivas con la caza selectiva. Añádase las heridas de las infraestructuras (aeropuertos, trenes, carreteras, tuberías…), el caos del riego deficiente y la poca renovación generacional con agricultores jóvenes… también las asechanzas urbanísticas.
Parés fue concejal socialista 8 años y mejoró la red de caminos rurales y la seguridad de los campos, logró ayudas europeas para canales de riego y participó en organismos primerizos que dictaron normas aún vigentes. Aprovechó sus mandatos, muy independientemente.
Esto le ha llevado a fuertes discrepancias con las últimas actividades agrarias de la Fundación DESOS del ex alcalde Vila. Él es así de franco, si se trata del campo, salta como un resorte: tiene reservas con los “caza subvenciones” estos que detraen recursos necesarios al agro: sean los huertos urbanos o los falsos cultivadores ecológicos y también los excesos de la protección animalista por extremistas del tema. Altruista, participa en el apoyo a P. Maragall.
Recuerda con nostalgia el mejor período agrícola del Delta de 1930 al 1960, como el más rentable y ya con reservas todo el período posterior y desde 1970 hasta hoy como el de grandes tensiones y de obligada modernización, con la revolución “verde” y una agricultura intensiva necesitada de superficies mayores que las 2 ha de la generación de su padre.
Hoy, escéptico, sabe que algunos alcaldes de la comarca esperan convertir el Parc Agrari en un tipo de Reserva de avifauna, con turismo rural y deportivo y con nuevas áreas hoteleras y servicios para descongestionar a Barcelona. Comentamos el “bluff” del Eurovegas al que tantos alcaldes estuvieron bien dispuestos a sacrificar su querido “Parc Agrari”. Parés es un “rabassaire” aún, porque el sabe bien de la lucha por conseguir la tierra y vivir de ella.