“Quiero contribuir a que todo el mundo pueda disfrutar de momentos especiales en su vida, como el cumpleaños de un hijo o la celebración de las bodas de plata de un matrimonio y que, por motivos económicos, no pueden culminar”, señala el chef. A través de la fundación también desarrollará cursos de cocina asequible, porque comer bien no está reñido con el precio.

Manresa ya coopera con muchas oenegés, pero ahora ha decidido dar un paso al frente para constituir una fundación en la que piensa reclutar a patronos que también contribuyan a la causa de momentos de felicidad para los menos favorecidos.

El chef también ultima su primer libro, dedicado al mercado de la Boqueria donde también tiene un establecimiento, El Altar, que tiene una sola mesa (hasta 15 comensales) y su ubicación en el primer piso de un edificio sin ningún cartel que indique que haya un restaurante. Pero lo hay. Es una suerte de local secreto. Donde el equipo de Casa Guinart, también de su propiedad, le da una vuelta más a la cocina tradicional basados en los alimentos frescos del mercado. El dinero que obtenga del libro que editará Planeta Gastro para Sant Jordi del año próximo también irá destinado íntegramente para su fundación.

La música, el quinto elemento
Oscar Manresa hace 20 años que se dedica al mundo de la restauración. Después de cursar un Master in Business Administration (MBA), abandonó la dirección general de una multinacional informática harto de tanto estrés para entregarse por completo a una de sus pasiones, la cocina. “Tiré de la cadena y me apunté en la escuela de cocina profesional Hofmann y luego cogí el Magatzem del Port en mi barrio natal, la Barceloneta, con solo 9 mesas y haciéndolo todo yo”, recuerda el chef.

Hace 15 años abrió Torre de Alta Mar, donde empezó a poner en práctica la cocina de los cinco sentidos, con el gusto naturalmente presidiendo, pero también con la vista en el plato y el paisaje de la Barcelona portuaria a vista de pájaro; el olfato, el tacto de comer algunos platos con los dedos y el oído regalado con una selección musical.

Porque la música es otra de las pasiones del chef y lo aplica en todos sus locales a través de un director musical que selecciona lo que se tiene que oír en cada establecimiento. De madre profesora de piano, Oscar Manresa despuntó como guitarra del grupo Rock 60 junto a Loquillo y el escrito Dani Rojo, también conocido como “el millonario” según la policía de Barcelona, ya que luego fue un conocido gánster de los años ochenta y noventa, ex politoxicómano y ex atracador de bancos. Rojo dejó atrás su pasado delictivo al salir de la cárcel y comenzó a trabajar llevando el “merchandising” de artistas como Loquillo, Bunbury, Elefantes o Rosario y luego se consagró como escritor de novela negra.

Oscar Manresa mantiene su devoción por la música en 99% Motobar, ubicado en la barcelonesa calle Joan Güell junto al Espacio Harley-Davidson, establecimiento a base de cocina americana acompañado de la mejor música Rock del momento. También Taberna de Tío Carlos se dedica a la música, pero en este local del Passatge de Gutenberg junto a Las Ramblas están especializados en rumba catalana. III

Menús diarios en el oasis Kauai