La cumbre del clima celebrada en Bonn ha finalizado con un balance poco ambicioso. Tan sólo se ha mantenido la unión en la lucha contra el calentamiento global de la comunidad internacional, a pesar del anuncio de abandonar el Pacto vinculado al cambio climático por parte de Estados Unidos, previsto para el año 2020.La cumbre del clima celebrada en Bonn ha finalizado con un balance poco ambicioso.
Tan sólo se ha mantenido la unión en la lucha contra el calentamiento global de la comunidad internacional, a pesar del anuncio de abandonar el Pacto vinculado al cambio climático por parte de Estados Unidos, previsto para el año 2020.La conferencia estuvo precedida por informes sumamente negativos sobre el aumento de emisiones de dióxido de carbono, después de tres años de estancamiento mundial. Asimismo, los científicos consideran que se está ampliando la brecha entre las concentraciones de CO2 en la atmósfera y las reducciones destinadas a evitar el cambio climático.
Revisión del Acuerdo de París
Los dos asuntos principales que centraron la atención fueron el mecanismo de revisión de los compromisos nacionales de reducción de emisiones del Acuerdo de París, y la financiación que los países ricos van a destinar a los que se encuentran en desarrollo, en cuanto a reducción y adaptación al calentamiento.
Respecto al asunto de la financiación, los países en desarrollo exigían a los ricos que informaran con dos años de antelación sobre la aportación económica que pretender realizar, además de asumir el compromiso de establecer los plazos previstos de dicha aportación, con la finalidad de que puedan prever con qué fondos cuentan.
Por otra parte, aunque la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París no será efectiva hasta 2020, al ser éste uno de los donantes fundamentales, se ha generado un clima de desconfianza general en los países en desarrollo, que han presionado al resto de países ricos para que su financiación no resulte comprometida.Además, los países en desarrollo pretendían asegurarse de que los principales responsables del cambio climático cumplen los compromisos asumidos en la segunda fase del Protocolo de Kioto, que finaliza en 2020, para empezar a cumplir los suyos a partir de ese año.
El factor más relevante de la conferencia de Bonn ha consistido en la presentación de la alianza de una veintena de Estados, cuyo objetivo consiste en eliminar el uso del carbón en la producción eléctrica, antes de 2030 para los países miembros de la OCDE, ampliando para el resto de países dicho plazo hasta 2050.
Rendir cuentas en 2018
En la próxima cumbre de 2018, los países deberán rendir cuentas sobre qué medidas eficaces van a adoptar en los compromisos de reducción de emisiones nacionales, para conseguir el objetivo de contener el aumento de temperatura del planeta por debajo de los 2 ºC y, a ser posible, en 1,5 º, todo ello en relación a la época preindustrial.
La lucha contra el calentamiento global resulta urgente y necesaria, por su enorme repercusión en aspectos sociales, económicos y ambientales.Finalmente, todo queda condicionado a la próxima cumbre a celebrar en 2018, que debería imponer a los países la obligación de evaluar sus avances en materia de reducción de emisiones, fijar las soluciones óptimas para elevar su ambición climática, y con ello, presentar en 2020 sus nuevas medidas en el marco del Acuerdo de París. III