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¡Sin Barreras!
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¡Sin Barreras!

jueves 01 de febrero de 2018, 23:39h
Sant Feliu tendrá el tren soterrado en 2023 y L’Hospitalet concreta con el Ministerio de Fomento la construcción de un túnel ferroviario y el intercambiador de la Torrassa | El Gobierno avanza en pocas semanas un bloque de inversiones en nuestro territorio que incluye planear la ampliación de la Ronda Litorial a su paso por el Port

Llego a la estación de cercanías de Renfe con las simples ganas de observar y echar algunas fotos. Me voy al punto negro de la ciudad, el paso a nivel de las vías, y si ya de por sí es un despropósito que siga esta infraestructura activa, verlo hace que te quedes sin palabras.

Me subo al paso elevado que hay, un estrecho puente de escaleras empinadas que sube y baja lo suficiente como para esquivar la altura de los trenes y el ancho de las vías. Fui, en más de unos veinte minutos o media hora, el único que lo hizo. Y bien les aseguro que no fue por la falta de tráfico de vecinos de Sant Feliu.

Abajo, entre las barreras bajadas de las vías, gente joven engancha a la pantalla del móvil se entrecruzaba con personas mayores que o bien con sus carros de la compra o alguna muleta incluso renunciaban a todo miedo y cruzaban sin problema las vías: “Para los vecinos de Sant Feliu es como una calle estrecha más. Si no viene nadie, pasamos”.

Y no me extraña. Las barreras están bajadas 50 minutos de cada hora. Es decir, prácticamente, siempre. Cinco de cada seis minutos. Una frecuencia que, sin contar los suicidios, deja alguna muerte todos los años.

Cinco alcaldes –Francesc Baltasar, Ángel Merino, Juan Antonio Vázquez, Lourdes Borrell y Jordi San José-, cuarenta años de etapa democrática e innumerables muertes en sus pasos a nivel han hecho falta para convencer al Estado de la necesidad de soterrar las vías férreas de Sant Feliu de Llobregat, un proyecto hoy más cerca que nunca.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha anunciado recientemente en Sant Feliu, al igual que hizo semanas atrás en Montcada, el inicio de obras para soterrar el tren en la capital comarcal. En concreto, más de un quilómetro y medio de red ferroviaria y un total de actuaciones a lo largo de tres quilómetros, desde la calle Agricultura de Sant Feliu hasta la B-23, ya en el término municipal de Sant Joan Despí.

De esta manera, la ciudad baixllobregatense enterrará la principal grieta urbanística que divide en dos la ciudad y, sobre todo, enterrará la estación y sus pasos a nivel, lo que permitirá ganar en bienestar y en seguridad. Para ello, el Estado asumirá íntegramente el coste del proyecto que contará con un presupuesto de 127 millones de euros (IVA incluido), más tres millones en expropiaciones y otros tres en la dirección de obras. Una cantidad que ya está disponible a través del presupuesto ordinario de ADIF. Esto y el correspondiente estudio de impacto medioambiental, que ya se hizo, permite que el proceso “se inicie de manera inmediata este mismo mes”, según ha anunciado De la Serna.

En 2019 empiezan las obras
De hecho, a través de una encomienda de gestión a la empresa del ministerio Ineco, la misma que se encargó del proyecto inicial en 2010 en el que el presente acuerdo sienta sus bases, el objetivo es contar con el proyecto constructivo a lo largo de este año 2018 e iniciar las obras en 2019: “El objetivo es redactar el proyecto básico e iniciar el procedimiento expropiatorio antes de verano. En paralelo, trabajaremos en el proyecto constructivo para poder licitar las obras a principios de 2019 y comenzar ese mismo año”.

Fomento estima que tendrán una duración de 47 meses, casi cuatro años, aunque los plazos se podrían acortar: “Hemos diseñado las obras con la intención de atacarlas desde distintos frentes y simultanear los trabajos para reducir los tiempos”, ha dicho el titular de Fomento que asegura que se mantendrá el servicio ferroviario durante la realización de las obras. Así, pues, de cumplirse los plazos, Sant Feliu contaría con las vías soterradas en 2023, aproximadamente.

Por su parte, el alcalde de la ciudad, Jordi San José, ha recordado que se trata de una reivindicación histórica de los vecinos de Sant Feliu y ha destacado “la lucha unitaria y tenaz para conseguir una ciudad cohesionada urbanísticamente”.

En este sentido, el gobierno local entiende que se trata de una obra “imprescindible” para el bienestar y seguridad de los vecinos de la ciudad, pero que, también, permitirá incrementar las frecuencias de paso de los trenes de la línea R4 de Rodalies, reclamación común de Ayuntamientos y Consells Comarcals del Baix Llobregat, Alt Penedès y Baix Penedès.

Dentro de poco, L’Hospitalet
Tras Montcada i Reixac y Sant Feliu, será el turno de L’Hospitalet, tal y como avanzó en marzo de 2017 el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la conferencia sobre el Plan de Inversiones en Infraestructuras de Catalunya. Según De la Serna, “tras distintas reuniones con la alcaldesa de la ciudad, Núria Marín, solo quedarían algunos flecos técnicos por resolver”, con lo que, según el ministro de Fomento, espera poder hacer la correspondiente presentación en unas semanas.

Según hemos podido saber, la previsión de Fomento es que sea en las dos primeras semanas de febrero. En concreto, hay una preserva institucional para que sea el 6 de febrero, cita al cierre de esta edición por concretar.

Si en Sant Feliu tienen la sensación de que esta vez será la definitiva ante tanto incumplimiento, en L’Hospitalet prefieren ser más cautos porque, en realidad, todavía no tienen sobre la mesa el proyecto que presentará el Ministerio como definitivo: “Estoy super esperanzada con la carta que escribió recientemente el presidente de ADIF. Parece que nos va a sorprender gratamente el proyecto, pero hasta que no lo vea no opino. No tengo ningún ‘input’ de que el proyecto venga con ‘rebajas’, en todo caso, todo lo contrario”, dice la alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín, en declaraciones a El Llobregat.

En cualquier caso, avisa de que si el proyecto no responde al que ya se firmó en su momento no lo aceptaran de ninguna de las maneras: “Ellos ya saben cuáles son nuestras peticiones y es muy sencillo: cumplir lo que ya está firmado. Iniciar el soterramiento antes de la Granvia, finalizarla en el tramo más cercano a Riera Blanca (tramo ferroviario de Vilanova i la Geltrú), ejecutar la estación de Bellvitge; la intermodal de la Torrassa; y, una vez esté todo eso, empezar a trabajar en el soterramiento de Vilafranca”.

En total, unos cuatro quilómetros de vías soterradas que mejorarán el bienestar de los vecinos de la ciudad, especialmente, en este último tramo, en donde las vías pasan prácticamente por las casas de muchos. Esta es la obra que en 2007-2008 parecía que iba a ser inminente tras la reforma del proyecto por los problemas que hubo en Bellvitge con los socavones de la línea de Alta Velocidad. Pero llegó la crisis. De momento, es cierto que, ningún titular de la cartera de Fomento ha puesto en cuestión el proyecto; no obstante, existen todas las cautelas, más si cabe tras sumar otro incumplimiento de compromiso con los ascensores de la estación de Bellvitge.

El proyecto arrastra, de la misma manera, once años de retrasos desde que la entonces ministra Magdalena Álvarez lo aprobara con un coste aproximado de 445 millones, de los cuales el Estado asumiría el 85% de la obra, la Generalitat un 10% y el Ayuntamiento un 5%. Estas condiciones han quedado en el olvido y se desconocen las actuales, que tendrán que ser desveladas en días por De la Serna: “Será la mejor noticia de esta ciudad en los últimos años”, expresa Marín.

Los ascensores de Bellvitge tendrán que esperar

El soterramiento de las vías de L’Hospitalet no es la única cuenta pendiente de Fomento con la ciudad. Más allá de las grandes infraestructuras, hay una actuación concreta, pero auténticamente prioritaria todavía por resolver: la colocación de ascensores en la estación de Bellvitge.

Un compromiso que Fomento adquirió para el ya pasado 2017, pese a la unanimidad política y de los vecinos de L’Hospitalet: “Históricamente hemos mantenido una unanimidad política, además con el apoyo mayoritario de la ciudadanía. No es una reclamación con la que nadie quiere hacer partidismo”, dice la alcaldesa de la ciudad, Núria Marín, tras un nuevo pleno municipal en el que ni el Partido Popular es capaz de abstenerse ante la reclamación de tal infraestructura.

Pues bien, esta actuación, que depende de Renfe y no de ADIF, tendrá todavía que esperar. Según fuentes oficiales de ADIF, la estación va a experimentar unas mejoras a nivel de configuración de las vías, sustitución de catenarias, así como sus andenes, entre otras actuaciones.

En concreto, la actual configuración obliga a los trenes a pasar por las vías de los extremos de las tres que hay, reservando la del centro para que estacionen los trenes regionales con destino Girona, Figueres y Portbou. Esto obliga a los trenes que pasan por uno de los lados a reducir su velocidad, puesto que están obligados a hacer una pequeña curva.

El objetivo, pues, de la nueva configuración es que tanto los trenes de Cercanías, Regionales y de Alta Velocidad puedan ir por las vías rectas, reservando la tercera (curva) para trenes excepcionalmente más lentos por circunstancias que queden apartados para permitir el paso a otros más rápidos. De esta manera, tanto la capacidad de trenes como la frecuencia se verán mejoradas.

El caso es que surgieron nuevos problemas técnicos y se plantearon algunas mejoras. Aprovechando la actuación de ADIF y la asignatura pendiente de los ascensores de Renfe, se acordó en la modificación del proyecto coordinar ambas obras de tal manera que Renfe no tuviera que esperar a que ADIF acabase todas las obras para comenzar la suya, aunque sí debe esperar a que esté desarrollada hasta cierto punto.

En resumen, que los ascensores tienen que esperar ante la incredulidad de todos los hospitalense: “Millo vino en 2017 y se comprometió a que los ascensores tendrían la obra iniciada en 2017. Ya es febrero y no hemos visto ni la empresa que tiene que ganar un concurso para hacer los ascensores ni ningún retorno de Fomento. Es cierto que hay el compromiso de que nos harán un calendario de actuación, pero a fecha de hoy no tenemos fecha de inicio, ni ninguna explicación”, explica Marín.

La problemática de los ascensores ha sido un tema colateral al retraso del soterramiento de las vías. En su momento, se entendía que, si estaba planificada la nueva estación, ya vendría con la infraestructura incorporada. Pero ante el retraso de tal proyecto, los ascensores quedaron de la misma manera pendiente, ante lo que L’Hospitalet y los vecinos de la ciudad presionaron para colocarlos independientemente del soterramiento de las vías e incorporar, de esta manera, la estación dentro de la normativa de movilidad: “Ahora una persona con movilidad reducida no puede acceder a la estación, ni de Bellvitge al Gornal. Ves gente con carritos, en sillas de ruedas, con dificultades… Es un periplo para ellos. Un desastre”.

A la espera de Fomento
En estos momentos, la modificación del proyecto está en tramitación administrativa y, por tanto, pendiente fundamentalmente de que Fomente dé su aprobación. Así, pues, los vecinos de Bellvitge tendrán que esperar, primero, a que Fomento apruebe y tramite la modificación del proyecto de ADIF en la estación; segundo, a que las obras de mejora de la infraestructura (se estima entre diez y doce meses) esté lo suficientemente avanzada para que Renfe inicie su actuación; y, tercero, el periodo propio de las obras de instalación de los ascensores.

Sin novedades en la variante de la C-245
En donde no hay novedades es en el caso de la variante de la C-245 que tiene que conectar la A-2 y Ronda Litoral con la C-32 a su paso por Sant Boi. Según fuentes de Fomento consultadas por El Llobregat, tras la modificación del proyecto y la apertura del ramal de acceso sur de Sant Boi, el proceso continúa encallado a la espera de la nueva adjudicación de las obras.

Sin calendario a la vista, pues, las obras continuarán paralizadas tras el anuncio en abril de 2017 de que la compañía responsable de las obras había entrado en preconcurso de acreedores.

Por su parte, pocas novedades hay también en el caso del enlace entre la A-2 y la AP-7, a la altura de Sant Andreu de la Barca. Como dato positivo, según lo que hemos podido saber, Fomento cuenta con una partida aproximada de nueve millones de euros en total para los años 2017, 2018 y 2019. Con lo que es más factible que se recupere, de manera inmediata, las actuaciones que deben finalizar la infraestructura. III

'Il·lusió incontable, agraïments incomptables'

Per Jordi San José Buenaventura, alcalde de Sant Feliu de Llobregat

Sant Feliu té, de fa temps, un llarg compromís contra totes les barreres, les visibles i físiques i les invisibles i socials o culturals, que puguin generar desigualtats entre persones, percepció de desigualtat entre barris. Però se’ns resistia la barrera principal: una rasa de més de 1.500 metres que ho condiciona tot... i sobretot, la seguretat, la vida.

Desenes de persones mortes per una ferida urbana que fa temps que és inadmissible. Lluny queda aquell 1854 en què es va crear la segona línia fèrria de tot l’Estat i un petit poble agrícola de no encara dos mil habitants vivia lluny de les vies. El creixement descontrolat dels anys finals de la dictadura va engolir aquella via exterior i es van crear les dues meitats que, tenaçment, ens hem conjurat per unir.

Des de la recuperació de la democràcia, la lluita pel soterrament de les vies ha estat una constant. Sant Feliu ha tingut temptacions de desànim i el nostre estat d’ànim ha oscil·lat entre l’optimisme d’alguns moments i l’escepticisme de molts moments. Però hi ha hagut passos importants: l’any 1998 el soterrament va aparèixer per primer cop als Pressupostos de l’Estat, l’any 2000 hi va haver un primer projecte, l’any 2006 hi va haver un conveni signat per Estat, Generalitat i Ajuntament, l’any 2010 es va aprovar un segon projecte que va completar tota la tramitació i tenia el vistiplau de les tres administracions... Però quan l’optimisme treia el nas, les dificultats polítiques ens tornaven a l’escepticisme. Qui no ha sentit a Sant Feliu allò de “el soterrament no el veuran ni els meus néts”?

L’escepticisme s’alimenta sempre de falses expectatives. Per això, hem optat per l’estratègia de la discreció i de la constància. Ens sabíem carregats de raó i no teníem pressa. Vam rebre propostes inassumibles de la Generalitat al 2014 i de l’Estat al 2015: menys temps, menys recorregut, més barat. Pensant en el Sant Feliu dels propers cinquanta o cent anys, vam optar per no assumir-les: sempre hem aspirat legítimament a la millor opció de present i de futur. Hem defensat també de manera constant que el soterrament de les vies no era només un problema urbanístic o de seguretat de Sant Feliu: és imprescindible per a la millora del servei de rodalies. Hem defensat també la necessitat que les inversions ferroviàries s’han de finançar per les administracions competents en matèria ferroviària, i no pels ajuntaments.

Finalment, després de seguir i perseguir, després de no deixar-se endur ni per l’optimisme ingenu ni per l’escepticisme estèril, al juliol de 2017 es van tancar els acords entre Estat, Generalitat i Ajuntament que ahir, 17 de gener, va presentar a Sant Feliu el Ministre de Foment, Iñigo de la Serna. Acords que responen plenament a les expectatives de la ciutat i del seu Ajuntament: projecte adequat, inici d’obres a la segona meitat de 2019 i finançament per part del Govern d’Espanya.

Com a alcalde, ahir, finalment, la il·lusió va guanyar la partida a l’escepticisme: vaig sentir una il·lusió inenarrable, incontable. I vaig tenir presents als milers de persones que van protagonitzar anys de lluites i van fer possible, en un 17 de gener inoblidable, el compromís públic del Govern amb la ciutadania de Sant Feliu: per a totes elles, agraïments incomptables.

Aquest 17 de gener, en definitiva, va ser com tots els dies... però també va ser com cap altre! III

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