El soterramiento de las vías de L’Hospitalet no es la única cuenta pendiente de Fomento con la ciudad. Más allá de las grandes infraestructuras, hay una actuación concreta, pero auténticamente prioritaria todavía por resolver: la colocación de ascensores en la estación de Bellvitge.
Un compromiso que Fomento adquirió para el ya pasado 2017, pese a la unanimidad política y de los vecinos de L’Hospitalet: “Históricamente hemos mantenido una unanimidad política, además con el apoyo mayoritario de la ciudadanía. No es una reclamación con la que nadie quiere hacer partidismo”, dice la alcaldesa de la ciudad, Núria Marín, tras un nuevo pleno municipal en el que ni el Partido Popular es capaz de abstenerse ante la reclamación de tal infraestructura.
Pues bien, esta actuación, que depende de Renfe y no de ADIF, tendrá todavía que esperar. Según fuentes oficiales de ADIF, la estación va a experimentar unas mejoras a nivel de configuración de las vías, sustitución de catenarias, así como sus andenes, entre otras actuaciones.
En concreto, la actual configuración obliga a los trenes a pasar por las vías de los extremos de las tres que hay, reservando la del centro para que estacionen los trenes regionales con destino Girona, Figueres y Portbou. Esto obliga a los trenes que pasan por uno de los lados a reducir su velocidad, puesto que están obligados a hacer una pequeña curva.
El objetivo, pues, de la nueva configuración es que tanto los trenes de Cercanías, Regionales y de Alta Velocidad puedan ir por las vías rectas, reservando la tercera (curva) para trenes excepcionalmente más lentos por circunstancias que queden apartados para permitir el paso a otros más rápidos. De esta manera, tanto la capacidad de trenes como la frecuencia se verán mejoradas.
El caso es que surgieron nuevos problemas técnicos y se plantearon algunas mejoras. Aprovechando la actuación de ADIF y la asignatura pendiente de los ascensores de Renfe, se acordó en la modificación del proyecto coordinar ambas obras de tal manera que Renfe no tuviera que esperar a que ADIF acabase todas las obras para comenzar la suya, aunque sí debe esperar a que esté desarrollada hasta cierto punto.
En resumen, que los ascensores tienen que esperar ante la incredulidad de todos los hospitalense: “Millo vino en 2017 y se comprometió a que los ascensores tendrían la obra iniciada en 2017. Ya es febrero y no hemos visto ni la empresa que tiene que ganar un concurso para hacer los ascensores ni ningún retorno de Fomento. Es cierto que hay el compromiso de que nos harán un calendario de actuación, pero a fecha de hoy no tenemos fecha de inicio, ni ninguna explicación”, explica Marín.
La problemática de los ascensores ha sido un tema colateral al retraso del soterramiento de las vías. En su momento, se entendía que, si estaba planificada la nueva estación, ya vendría con la infraestructura incorporada. Pero ante el retraso de tal proyecto, los ascensores quedaron de la misma manera pendiente, ante lo que L’Hospitalet y los vecinos de la ciudad presionaron para colocarlos independientemente del soterramiento de las vías e incorporar, de esta manera, la estación dentro de la normativa de movilidad: “Ahora una persona con movilidad reducida no puede acceder a la estación, ni de Bellvitge al Gornal. Ves gente con carritos, en sillas de ruedas, con dificultades… Es un periplo para ellos. Un desastre”.
A la espera de Fomento
En estos momentos, la modificación del proyecto está en tramitación administrativa y, por tanto, pendiente fundamentalmente de que Fomente dé su aprobación. Así, pues, los vecinos de Bellvitge tendrán que esperar, primero, a que Fomento apruebe y tramite la modificación del proyecto de ADIF en la estación; segundo, a que las obras de mejora de la infraestructura (se estima entre diez y doce meses) esté lo suficientemente avanzada para que Renfe inicie su actuación; y, tercero, el periodo propio de las obras de instalación de los ascensores.
Sin novedades en la variante de la C-245
En donde no hay novedades es en el caso de la variante de la C-245 que tiene que conectar la A-2 y Ronda Litoral con la C-32 a su paso por Sant Boi. Según fuentes de Fomento consultadas por El Llobregat, tras la modificación del proyecto y la apertura del ramal de acceso sur de Sant Boi, el proceso continúa encallado a la espera de la nueva adjudicación de las obras.
Sin calendario a la vista, pues, las obras continuarán paralizadas tras el anuncio en abril de 2017 de que la compañía responsable de las obras había entrado en preconcurso de acreedores.
Por su parte, pocas novedades hay también en el caso del enlace entre la A-2 y la AP-7, a la altura de Sant Andreu de la Barca. Como dato positivo, según lo que hemos podido saber, Fomento cuenta con una partida aproximada de nueve millones de euros en total para los años 2017, 2018 y 2019. Con lo que es más factible que se recupere, de manera inmediata, las actuaciones que deben finalizar la infraestructura. III