Una pieza de LEGO, un mini camión de Bomberos, el coche de ‘Batman’, una hamburguesa y, de repente, el barco de ‘Piolín’. La bajada de carretones de Torrelles de Llobregat ha recuperado este fin de semana el ya célebre crucero que, logotipado con los dibujos de Looney Tunes y rebautizado como ‘Piolín’, ocupó buena parte de los agentes policiales desplegados en Cataluña con motivo del referéndum del 1 de octubre.
El carretón, convertido en un logrado barco, ha cruzado las calles de Torrelles con los conocidos dibujos y cargado de jóvenes agentes antidisturbios en donde no ha podido faltar la ‘estelada’ y los lazos amarillos en una escena que es probable que sea secundada a lo largo de este carnaval en pueblos y ciudades de toda Cataluña.
En el caso de la bajada de carretones de Torrelles, se trata de un tradicional acto en el marco de las fiestas locales de Sant Pau que normalmente ha contado con un acento crítico y carnavalesco, puesto que se celebra a las puertas de Carnestoltes. Por poner un ejemplo, la bajada de carretones mostró, en su momento, una crítica notable –el pueblo estaba dividido- por la urbanización de 200 viviendas en la zona de Can Coll de Torrelles, cuando el Ayuntamiento estaba liderado por un gobierno de ERC y PSC. Entre las iniciativas pintorescas, durante la bajada, carretones de ‘tochos’ representaron el ‘boom’ inmobiliario del momento, además de cruces blancas, que fueron colocadas también en la zona tras la desforestación del espacio natural.