Aunque en un inicio se apostó por los sakes, los vinos han sido uno de los pilares fundamentales de Nomo desde su nacimiento. Ven en el producto de la uva el mejor aliado para una gastronomía que une lo mejor de dos mundos: el asiático y el mediterráneo. Una articulación decisiva que fue posible gracias a François Chartier “el experto número uno en sabores del mundo” en palabras de Ferran Adrià. Fue él quien les mostró cómo encontrar las claves aromáticas y moleculares perfectas entre vino y gastronomía japonesa. Una vía de exploración que no han parado de investigar.
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