Tras una alargada barra apuntalada con una hilera de taburetes contrailuminados la alquimista se pone creativa interpretando a qué debía saber la época colonial cubana. La penumbra gobierna, enmarcada a penas con una pared de ladrillo vista y, aquí y allá, plantas selváticas, muebles ajados y cuados trasnochados de una Cuba que, quizás, dulcificamos. La memoria indiana con toques Industriales late en el corazón de la zona empresarial barcelonesa.
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