Se están llevando a cabo trabajos de consolidación de la villa romana de Can Valls del Racó, donde se encuentra una cisterna de gran interés arqueológico.
A lo largo de la historia, Gavà ha sido una zona intensamente poblada y transitada por diferentes pueblos. Uno de ellos, los romanos, no fueron menos y también dejaron su huella en una localidad caracterizada por su riqueza de yacimientos de todas las épocas. Uno de ellos, la villa romana de Can Valls del Racó, está siendo objeto de unas obras de consolidación que han de permitir su conservación, ya que el conjunto estaba fuertemente deteriorado.
Este yacimiento está compuesto por una cisterna romana, una estructura de planta rectangular insertada en la vertiente de un cerro al lado de la riera de Canyars, entre Gavà y Castelldefels, una zona que en época romana estaba muy cercana al mar. Esta villa romana conserva restos arqueológicos de gran interés, empezando por su cisterna.
El deterioro del conjunta empujó al Ayuntamiento de Gavà a pedir el apoyo técnico y económico de la Diputación de Barcelona para poder llevar a cabo los trabajos necesarios de restauración. Pues desde el pasado mes de abril, los técnicos están llevando a cabo actuaciones de protección de las estructuras de Can Valls del Racó. "Con esta actuación queremos preservar este bien de interés cultural muy importante a nivel local", explicó la alcaldesa Raquel Sánchez durante una visita a las obras de hace unos días. La finalidad de la restauración del conjunto es que ayude "a la divulgación e investigación de esta parte del patrimonio" de Gavà.
2.000 años de vida
La cisterna fue construida, calculan los expertos, en una fecha comprendida entre el siglo I d.C hasta el primer cuarto del siglo II d.C. Tiene una planta rectangular de unos 12 metros de largo por 3 de ancho, y conserva la mitad de una cubierta y una altura interior máxima de 2 metros. Podría haber formado parte de una especie de oficina portuaria vinculada a un embarcadero cercano. A partir del siglo XVI, y hasta bien entrado el XIX, esta estructura fue aprovechada como la bodega de una masía que se construyó en este lugar y al cual le da nombre.
A parte de los trabajos de consolidación, se han programado otros de arqueología que permitirán conocer, proteger y poner en valor la cisterna romana y su reutilización para una masía en época moderna. Los primeros trabajos consisten en el vaciado del interior de la cisterna hasta localizar el fondo original del depósito. Una segunda fase consistirá en la reparación y consolidación de la fábrica más deteriorada del conjunto y la consolidación de los restos construidos que aparezcan después de la excavación.
Estos trabajos tienen un presupuesto de 55.660 euros y se llevan a cabo bajo la supervisión del arqueólogo Àlvar Caixal, de la Secció Técnica de Investigación, Catalogación y Difusión del Servicio de Patrimonio Arqueológico Local de la Diputación de Barcelona. Así mismo, cuentan con la autorización del departament de Cultura de la Generalitat.
Otras villas romanas en Gavà
Can Valls del Racó ya fue objeto de dos campañas arqueológicas, en concreto en 1984 y 1989, de la mano de la Generalitat y del Centre d'Estudis Martorellencs, respectivamente. Pero esta no es el único vestigio romano en la ciudad. En Gavà hay otras villas romanas como Can Rosès, La Roca y Sant Pere. Esta última ha sido objeto de diversas intervenciones arqueológicas y es la más conocida. Tuvo una larga ocupación, desde los siglos I-III hasta los siglos IV-V, y estuvo vinculada a la producción del vino de la Layetana, citado entonces por los escritores romanos.