Prevenir la burbuja inmobiliaria

Los porcentajes de incremento medio de operaciones de compraventa cercanos al treinta por ciento de variación interanual, con las referencias tan próximas de la burbuja inmobiliaria, concluyen que no aprendemos de los errores y que el precio de la vivienda alcanzará cifras considerablemente elevadas.

Los expertos aseguran que, conforme a las previsiones, el presente año será el quinto consecutivo de subida del precio de la vivienda, hasta alcanzar un incremento medio anual del seis por ciento a nivel nacional, pudiendo alcanzar porcentajes del diez por ciento en las grandes ciudades.

En esta situación, la firma de hipotecas destinadas a la adquisición de vivienda ha experimentado un crecimiento notable. En este sentido, conviene señalar las numerosas variables a considerar en la contratación de una hipoteca. Así, tras los problemas surgidos en nuestro país, provocados por el alto número de juicios derivados de las demandas sobre reclamación de gastos de hipotecas e hipotecas multidivisas, los clientes deberían examinar con sumo cuidado las condiciones de dichos documentos.

En ese sentido, la nueva ley hipotecaria pretende poner fin a las prácticas abusivas y apuesta por la transparencia, para lo cual se prevé que el cliente reciba con antelación suficiente la información de la hipoteca a formalizar. No obstante, la reforma de dicha ley podría suponer un encarecimiento de las operaciones crediticias.

Asimismo, con menos actores el riesgo está más controlado. Ocurre algo parecido con la banca, puesto que el número de entidades que pueden conceder un crédito apenas llega a la veintena y, por tanto, se acota el control del riesgo total. El fallo de los tribunales anulando las cláusulas abusivas por falta de transparencia permitió a los deudores solicitar las cantidades cobradas por los bancos que ejercieron dichas prácticas.

La mayor facilidad de acceso a los préstamos hipotecarios se debe fundamentalmente a unas perspectivas económicas favorables, así como a la mayor solvencia de los solicitantes.

Por tanto, conviene reseñar la responsabilidad de los actores económicos implicados con la finalidad de evitar los errores acaecidos con anterioridad.
Finalmente, conviene indicar que el peor escenario que puede acontecer en el sector inmobiliario puede derivar de problemas externos como la escalada del petróleo, subida de tipos o, sobre todo, que se desplomen los precios en Londres, por ejemplo, y los fondos internacionales decidan abandonar en masa el mercado europeo.

En definitiva, responsabilidad, compromiso y transparencia son los principales factores a aplicar para evitar que se desarrolle una nueva burbuja inmobiliaria.