Leviatán es un monstruo marino fantástico, citado en la Biblia y asociado con Satanás, pero el diccionario de la RAE también admite la acepción de “cosa de grandes dimensiones y difícil de controlar”. El Estado, la Generalitat, la Diputación y los ayuntamientos se antojan leviatán para el ciudadano de a pie.
En este número, EL LLOBREGAT emprende una serie de análisis sobre la calidad del gobierno en los municipios de la comarca en la recta final del mandato.
Sin duda, los gobiernos de alta calidad son aquellos que actúan de manera imparcial, no son corruptos y usan los recursos de manera eficiente.
Leviatán también es el título del principal libro del filósofo político inglés Thomas Hobbes, en el que justifica el Estado y la administración absolutista, es decir, la que no tiene que rendir cuentas ante nadie. Los ayuntamientos suelen ser administraciones repletas de nombramientos discrecionales, donde las acusaciones de corrupción no suelen llegar a los titulares de los medios de comunicación gracias a una estructura cohesionada de cargos públicos cuyos destinos profesionales dependen en buena medida de la supervivencia del partido en el poder. En una administración local dominada por el clientelismo no hay “chivatos” que informen a los medios, fiscalía o policía.
Los vínculos clientelistas entre el electorado y sus protectores políticos con capacidad para distribuir una gran cartera de trabajos en el sector público ayudan a conseguir sus reelecciones, independientemente de la actuación de sus equipos de gobierno. Hasta el punto de que algunos alcaldes y alcaldesas son capaces de sobrevivir en el cargo mucho tiempo a pesar de su nefasta gestión y de acusaciones contra ellos de clientelismo, gracias a que quien gana las elecciones coloca a un sinfín de ciudadanos. Y toda esa gente es voto cautivo que integra una tupida red de colocados en multitud de puestos, desde la limpieza hasta cargos de confianza. Y ese colchón electoral supone mucho poder en un ayuntamiento. Algunos de los que han logrado perpetuarse han perdido la cuenta de la cantidad de gente que han enchufado.
Mérito frente a clientelismo
El libro Organizando el Leviatán, de Carl Dahlström y Víctor Lapuente, profesores de Ciencias Políticas de la Universidad de Gotemburgo, concluye que las instituciones que garantizan un sistema de contratación basado en el mérito y no en las consideraciones políticas, suponen un importante recurso para un gobierno de alta calidad. El nombramiento político de importantes puestos administrativos suele permitir a los cargos electos ignorar las consideraciones tecnocráticas y dar prioridad a los objetivos a corto plazo. Además, cuando hay un único canal de rendición de cuentas, la gente no tiene ningún incentivo para defender el bien común. La lealtad al partido, quien de facto es quien contrata, resulta prioritaria.
Ambos expertos consideran que la existencia de una clara separación de los incentivos profesionales de los políticos y los burócratas contribuye tanto a la prevención de la corrupción como a la lucha contra ella. Eso requiere que los políticos no deben implicarse en la contratación y la promoción de los funcionarios y que, también de manera crucial, los burócratas no se conviertan en políticos.
Deficiencia cultural
En nuestras administraciones públicas está muy instalado el pensamiento de que los datos son propiedad de los políticos. De modo que se resisten a compartirlos, lo que revela miedo a la rendición de cuentas y a que se evalúe lo que hacen. Esa deficiencia cultural se produce también en nuestra comarca por más que se proclame la transparencia, concepto que, como la palabra agua, por más que se pronuncie, no moja.
Gracias a herramientas interactivas de análisis como las dispuestas por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), EL LLOBREGAT ha podido abordar una comparativa del endeudamiento municipal y del dinero que se destina a diferentes políticas, como vivienda, cultura, etcétera. Este primer balance que publicamos con el inicio de un curso escolar que culminará en relevos o continuidad en nuestras ciudades y pueblos, revela comportamientos preocupantes porque generan déficit (se gasta más de lo que se ingresa) y problemas de tesorería con periodos excesivamente largos para pagar a los proveedores.
Políticas basadas en la evidencia
Las políticas basadas en corazonadas hay que abandonarlas. La tecnología permite tratar grandes cantidades de datos y extraerles jugo, pero todavía estamos en los inicios del gran potencial que tienen las políticas basadas en la evidencia, en la robustez de datos y la eficacia de metodologías, en la identificación de las más eficientes, en el análisis de grupos o áreas vulnerables… En definitiva, aún está lejos la aproximación clínica a los problemas y el análisis de cómo se utiliza realmente el dinero público para asegurar que se logran impactos importantes y positivos para los ciudadanos. Ese empeño, junto al reclutamiento de funcionarios por méritos y no por afinidades políticas, contribuirá a gobiernos de alta calidad, que actúen con imparcialidad, no incurran en prácticas corruptas y usen los recursos públicos disponibles de manera eficaz.
EL LLOBREGAT, como medio de comunicación de referencia en nuestro territorio, continuará el análisis de los 31 municipios de la comarca en los próximos meses, teniendo en cuenta las opiniones y los puntos de vista de sus respectivos equipos de gobierno, pero también de la oposición y de líderes de entidades de la sociedad civil. Antes de las elecciones, EL LLOBREGAT encargará a una empresa demoscópica una encuesta para conocer las tendencias electorales de la comarca. Los resultados de las realizadas hace casi 4 años antes de los anteriores comicios locales anticiparon fielmente las victorias y cambios de comportamiento del electorado del Baix y L’Hospitalet. Pese a las dificultades que evitan la rendición de cuentas, seguiremos informando.