La industria 4.0 es el nuevo cambio que experimenta este sector y supondrá la fusión del digital con la industria convencional en el proceso de producción, en el cual todo quedará digitalmente conectado. Se trata de un cambio que requiere adaptación y preparación, y que hasta el momento solo consiguen las grandes empresas. Raül Blanco Díaz, secretario general de Industria y Pymes del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, trató hoy este tema en una conferencia del foro FEm Llobregat de la patronal AEBALL e insistió en la importancia de ayudar a la pequeña y mediana empresa para adaptarse mejor al cambio venidero. Para ello el ministerio invertirá 100 millones de euros, para las cuales ya se ha hecho una convocatoria de 30 que se encuentra en proceso de resolución.
Otra propuesta es el despliegue de un coworking virtual con 12 grandes empresas que determinarán 12 grandes retos dando respuesta a 12 startups. “Desde el ministerio acompañamos difusión, concienciación, educación y financiación de proyectos de inversión digital”, comenta Blanco. Las Pymes pasarían por la difusión, la formación y la necesaria fase de diagnóstico, que se traduce en el Programa Activa Industria 4.0, que se hace conjuntamente con las comunidades autónomas. “En la convocatoria 2017”, anuncia el secretario general, “hay 200 empresas beneficiadas”.
Según Blanco, con la aparición de la industria 4.0 “tendremos información constante, llegaremos a esquemas de trasformación y contaremos con productos inteligentes que continuamente nos darán información sobre el estado del material”. No obstante, insiste en que no se sabe con certeza qué pasara. “Todo lo que se ha dicho durante la presentación tiene sentido, porque es evolución de muchos años de trabajo, pero hemos de tener capacidad de adaptación, con humildad, pero que va muy rápido. Pero hay muy poca certeza de qué va a pasar”, reconoce el economista.
Imposible ir contra corriente
Respecto a los recelos del hombre respecto a la máquina, en el sentido de que digitalización puede destruir muchos empleos, la colaboración se presenta clave. “No podemos ir contra la digitalización, es una batalla perdida”, destaca Blanco, que señala que hay que acompañar a los proyectos, a las empresas y a la formación de los trabajadores. El mensaje es optimista, visto que “hombre, técnica y bienestar son, en última instancia, sinónimos.” Por ello, todas las líneas y propuestas del ministerio pretenden siempre incrementar la productividad, porque “es lo que nos dará el crecimiento sostenible en el futuro y la mejora que se podrá traducir en mejores salarios y empleo”, asevera Blanco.
Además de las nuevas propuestas del ministerio, Blanco recuerda a los asistentes que hoy se inaugura en “su ciudad”, L’Hospitalet de Llobregat, la feria Smart City y que el municipio cuenta con un estand con un potente iglú, en el cual se podrán ver todos los proyectos, estrechamente relacionados con la industria 4.0. Asimismo, L’Hospitalet, que preside la red española de SmartCities, es finalista en los premios de las ciudades más inteligentes del mundo.