Caprabo invierte 20 millones en su nueva sede de El Prat

La mejora en la eficiencia y el servicio al cliente son los principales objetivos de la millonaria inversión que Caprabo ha emprendido para crear su nueva plataforma de distribución en El Prat de Llobregat. Junto a CILSA, sociedad participada por el Port de Barcelona y MERLIN Properties, la cadena de supermercados catalana ha acordado la construcción de la nueva infraestructura. El proyecto, que arranca este año y se espera tener a pleno rendimiento en el año 2020, cuenta con una superficie cercana a los 24.000 metros cuadrados y una inversión estimada de 20 millones de euros. La compañía prevé que la transformación logística supondrá una mejora del 10% en la eficiencia general.

La nueva plataforma de Caprabo, que cuenta con dos plantas y 43 muelles de carga, albergará la totalidad del producto fresco que distribuye todos los días a sus 330 supermercados. Esta transformación logística constituye, según Martín Gandiaga, director general de la cadena, “un paso decisivo para ganar competitividad en el mercado” y está pensada para dar a sus tiendas de nueva generación un rendimiento “óptimo”.

La compañía pretende con esta nueva nave “ganar eficiencia y mejorar el servicio a los supermercados, que son pilares para seguir compitiendo y siendo referentes con la marca Caprabo”. Asimismo, se concede gran importancia a la gestión centralizada del producto fresco y la repercusión en beneficio para el cliente en cuanto a calidad de los alimentos. “El cliente encontrará en las tiendas de Caprabo un producto mejor tratado y con un ciclo de vida más amplio”, comenta el director general.

Asier Bustinza, director de Logística de Caprabo y director de Plataformas del Grupo Eroski, explica que “esta nueva plataforma es una de las piedras angulares en la que se sustenta la transformación de la red logística de Caprabo, que redunda en un mejor servicio a los clientes, garantizando las condiciones de calidad y conservación de cada tipo de producto, mejorando la frescura y la vida útil de los mismos”.

Con este proyecto, la cadena avanza en su plan integral de competitividad, que cuenta dos aspectos en pleno desarrollo. Por una parte, la transformación de sus tiendas hacia una nueva generación de supermercados, mejor preparados para afrontar las nuevas demandas del consumidor. Y, por otra, la reorganización logística, lo que supone optimizar las operaciones, mejorar la eficiencia en los costes y dar mejor servicio a las tiendas. En ambos casos, Caprabo pone foco especial en el tratamiento del producto fresco y en la sostenibilidad medioambiental.

El diseño de la nueva estructura logística de la cadena catalana está orientado a dar un servicio óptimo a las tiendas. La centralización del fresco en una única plataforma permite tratar el producto de manera personalizada según sus necesidades de conservación. Además, la construcción por parte de CILSA está diseñada bajo estándares de calidad medioambiental recogidos en la Certificación LEED Gold, por lo que Introduce medidas de eficiencia energética como sistemas avanzados de frío e iluminación, respetuosas con el medioambiente.