El mundo cambia con una rapidez imparable y requiere adaptación y prevención. En la logística y las consiguientes infraestructuras por las que transiten las personas y las mercancías, esta preparación a los cambios venideros debe partir desde un gran pacto de Estado que evite la utilización partidista de esta inversión pública de primer nivel que afecta a todos los niveles de la economía. El primer teniente de alcalde de Sant Boi, José Ángel Carcelén Luján, también ha reclamado este martes en décimosexta mesa del Ciclo de Infraestructuras, “una gestión urbanística más flexible para transformar los polígonos que sean obsoletos para las nuevas necesidades de la economía.” Pere Macias, presidente de la Fundación Cercle d’Infraestructures, ha recalcado los graves déficits de gestión urbanística que azotan el sector, entre otras razones, “por la falta de profesionales cualificados en muchos municipios”.
En el acto organizado por la Fundació Cercle d’Infraestructuras y BCN Content Factory con la colaboración de El Llobregat, la Diputación de Barcelona y el Foro FemLlobregat de la patronal Aeball, los ponentes han coincidido en la necesidad de preservar el suelo y han apelado por la liberalización de las infraestructuras de energías sostenibles. Según Macias, “Cataluña es la comunidad española más retrasada en materia de energías renovables” y advierte ante el fin de la energía nuclear, que los ayuntamientos tienen “la obligación de no hacer grandes discursos retóricos de sostenibilidad, mientras obstaculizan la inversión de energías renovables en los domicilios privados.” Por ello, los ponentes han coincidido en la necesidad de una organización urbanística más ágil que cuente con “trámites ambientales nulos” y conceda licencias inmediatas.
Desde un punto de vista medioambiental, Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi, asegura que “la administración pública se centra en la lucha contra el cambio climático.” Macias ha añadido que las energías renovables son más rentables a día de hoy que el carbón o la fusión nuclear y por tanto “la revolución energética se debe abordar por necesidad de la cuenta de resultados.“
Tanto Enric Ticó, presidente de Centrals i Infraestructures per a la Mobilitat i les Activitats Logístiques, SAU (CIMALSA), como Macias han coincidido en que el suelo “se debe proteger” y el que se pone a disposición de la logística es “finito.” Por ello, el presidente de la Fundación y actual responsable de coordinar Rodalías en Cataluña, defiende que “no podemos seguir pensando en la logística en términos de ocupación indeterminada del territorio.” Ticó ha argumentado que “con moderación y teniendo en cuenta que el suelo es limitado, la logística es una pieza clave de la economía.”
En cuestión de cambios que esperan al sector de la logística, la digitalización es una de las grandes preocupaciones y es recibida con reparo por muchas empresas. No obstante, Ticó asegura que a pesar de que la tecnología produce una repercusión innegable sobre los puestos del trabajo, al reducirlos un 30%, “se producirá un aumento en el empleo de más calidad.” Por ello, la alcaldesa Moret defiende que, con el objetivo de generar ocupación digna y el surgimiento de nuevos perfiles profesionales, la política de empleo debe estar preparada para atender los cambios laborales. De esta forma, los nuevos sistemas formativos tienen que adaptarse a las nuevas oportunidades del mercado, siempre considerando que la logística es ante todo un servicio a las necesidades del ciudadano.
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