Sé que cuando M.R., una rubia payesa aún joven de nuestro loado Parc Agrari sepa los resultados electorales de Sant Boi, se sonreirá indiferente; habrán ganado los de siempre, el PSC, que ahora encarará los 44 años, superando a Franco.
Ella habrá crecido con los que tomaron el poder en 1979 y que siguen… apuntalados por comunistas e incluso con independentistas en ocasiones.
Cada elección el cartero con su Vespa amarilla ha dejado la multicolor propaganda electoral de diseño cambiante y atractiva presentación, muy similar a los de centros comerciales próximos a su masía.
Porque sí, ella y su familia aún residen desde hace generaciones y de manera continuada en el llamado Parc Agrari, nombre que no les gusta, por cierto.
Son escasos los residentes permanentes y cultivadores activos en esta reserva de 2.500 ha de las cuales 800 corresponden a Sant Boi, que por una vez destaca en algo.
En esta residencia han padecido las expropiaciones del AVE, el tendido de suministros diversos, la inseguridad que ha afectado gravemente a vecinos y parientes, la amenaza casi mortal del proyecto Eurovegas, el hedor de una fábrica de grasas pendiente de desmantelar, una chatarrería, una escuela canina y diversas maniobras oscuras alrededor de la carretera B-2002, el extraño desvío solicitado por el Ayuntamiento que contribuye a la parálisis de las obras de la C-245 y que, por cierto, trae de cabeza a la nueva responsable de Fomento con ganas de resolver el tema.
Ella, como los escasos habitantes y defensores de una forma de vida, no son indiferentes a lo que ocurre fuera de sus tierras cultivadas con esmero.
Pero se ríen de los versos dedicados a la “pagesía” por alguna concejala cesante o de los sosas declaraciones a su favor, porque saben que sus reales necesidades continúan desatendidas aún con las cuatro generaciones socialistas transcurridas.
Siempre tienen en la cabeza: el modernizar el Canal de riego y sus ramales internos, ha habido dos intentos serios de con ayudas de la UE se pudiera acometer esta tarea, -en 2021 España será contribuyente neto de la UE, y las ayudas escasearán- el Canal de 1846 pide mejorar a gritos; una arquitecta, después concejala PSC, aportó un proyecto para cubrir el Canal por su zona urbana, pero se retira sin haberlo conseguido.
La Unió de Pagesos ha enviado manifiestos revindicando su reforma de manera continua. Sin respuesta, hasta ahora solo Cs lo ha incluido en artículos y foros. Los robos y la mala gestión de los flujos de tráfico en el Parc Agrari son una cruz para sus escasos habitantes permanentes, también la proliferación de barracas con animales diversos y con tráfico de drogas o artículos robados, sus ocupantes son malos vecinos, sin duda para los dos guardias rurales que patrullan los millares de hectáreas del Parque y del acequiero que vigila los robos de agua.
Hace años mejoraron los caminos rurales, hoy ya necesitan una renovación urgente.
Hay plagas de animales que merman las cosechas; un absurdo animalismo dificulta las necesarias actuaciones de cazadores para mantener el control de fauna.
Nuestra payesa cultivada y con inglés sabe que hace muchos años recién nacida, hubo un intento de crear una Escuela técnica de Ingeniería agrícola; tras discusiones dicha escuela acabó en Castelldefels. En fin, de la misma manera que los feroces mastines protegen su masía, los escasos “pagesos” del Parc Agrari saben que no cuentan más que con ellos mismos y que tras los 4 años socialistas, Sant Boi una ciudad pobre y envejecida continuará hablando del aire puro, de sus “pagesos” y algún tema de adorno que este de moda y de bajo coste. M.R se despide amable y da una excusa real ,tiene que continuar trabajando; en cuanto a las elecciones, cojan una lupa, subrayen y archiven los programas y si se acuerdan los releen cuando lleguen nuevas elecciones, y así entenderán el escepticismo de tantos payeses con determinadas políticas.