Ni un quilómetro de playa menos. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) en colaboración con el Ayuntamiento de Gavà organizaron, este lunes, una jornada técnica sobre la estabilización de las playas del Delta del Llobregat. La regresión de la línea de costa en el último medio siglo se ha hecho palpable y las diferentes administraciones, arropadas por ingenieros y científicos, buscan soluciones para no perder estas playas únicas junto a la capital catalana.
“Los ayuntamientos han de tomar medidas concretas frente al cambio climático y la regresión de las playas”, aseguraba Raquel Sánchez, alcaldesa de Gavà, mientras recordaba su experiencia en la Cumbre Climática de Madrid hace apenas unos días. La idea es revertir el movimiento de arena que hacen menguar los metros de playa en los cuatro municipios del delta. Así lo aseguraba el gerente del AMB, Ramon Torra: “Las playas son un activo muy importante para estos municipios y, aunque la dinámica no para, hemos de frenar la regresión y estabilizar las playas”. La inauguración de las jornadas, a cargo de Sánchez, Torra y María Toledano, jefa de la Demarcación de Costas en Cataluña del Ministerio de Transición Ecológica, estuvo marcada por una clara petición: “Necesitamos gobierno en España para poder llevar a cabo estas acciones en las costas metropolitanas”.
Presente y futuro de las costas del Llobregat
Tras las intervenciones de cargos públicos hablaron los expertos. El mensaje fue claro: hace falta un plan técnico y financiero para recuperar las playas. La regresión, sin embargo, es una tarea compleja de paliar y ni científicos ni ingenieros prometen, de momento, el 100% de éxito en sus propuestas. Las playas más afectadas por la pérdida de metros de costa son, hoy por hoy, las de El Prat y la de la Murtra en Viladecans, afectando en parte a las playas del norte de Gavà limítrofes con el término municipal de Viladecans.
“El problema en el delta es el transporte sucio que deja la sedimentación del río Llobregat”, explicaba Agustín Sánchez-Arcilla, director del laboratorio de ingeniería marítima de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). Este hecho dificulta que la regeneración natural del delta no se lleve a cabo por “ser perjudicial” para las playas limítrofes del Prat, que quedarían contaminadas. El espigón de la Murtra, entre Gavà y Viladecans, tiene un impacto muy local, pero erosiona y deja sin arena a la playa gavanense mientras la parte de Viladecans tiene una pérdida menor, debido en parte al oleaje que hace sedimentar arena en el tramo norte de este pequeño rompeolas.
Los ingenieros y científicos apuestan por evitar la erosión de las líneas de costa, favoreciendo la sedimentación de materiales, mediante una capa de vegetación. “La arena es un recurso no renovable y escaso”, recordaba Sánchez-Arcilla, asegurando que la utilización de rocas, muros o grandes cantidades de arena como en Holanda no son soluciones viables a largo plazo. El organismo metropolitano junto a los ayuntamientos acabará monitorizando las playas para hallar junto al resto de administraciones y expertos en la materia un plan técnico para financiar la recuperación de las playas.