Solo con darnos un paseo por cualquier ciudad nos damos cuenta de que la moda de pintarse las uñas es un absoluto fenómeno. Existen centros de estética (sí, muchos asiáticos) en cada esquina donde te pueden decorar las uñas de las mil maneras que se te puedan llegar a ocurrir.
Personalmente, también acudo alguna vez a alguno de ellos, pero cuando decido arreglarlas en casa yo misma y a los dos días el esmalte está hecho un desastre paro, maldigo y pienso: ¿A quién se le ocurriría esta dichosa moda? Y de ahí este artículo.
Pues me queda bastante lejos en el tiempo y en la distancia a los culpables de la moda o tradición en cuestión. No está del todo claro el origen exacto, pero se habla del año 3000 a.C en la China Imperial y Egipto faraónico.
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