"Protegeix-te, protegeix-nos” es el lema de la campaña de concienciación que se va a poner en marcha este fin de semana, coincidiendo con el cierre de los bares y restaurantes, para evitar que las conductas incívicas provoquen que sigan subiendo los rebrotes en la ciudad
Ahora es el momento de actuar contra el coronavirus para no volver al confinamiento puro y duro. y Gavà lo sabe. Por este motivo, este fin de semana -coincidiendo con el cierre total de bares y restaurantes- el ayuntamiento va a incorporar a la lucha contra el covid-19 a tres educadores de calle que vigilarán y corregirán las conductas de los más jóvenes que pueden suponer un riesgo para la transmisión del SARS CoV-2. La campaña de concienciación, denominada “Protegeix-te, protegeix-nos”, es un refuerzo de la que se puso en marcha el pasado mes de junio.
Que los jóvenes no están del todo concienciados de los riesgos y consecuencias que acarrea el coronavirus es una realidad. Muchos de ellos no cumplen las normas organizando botellones al aire libre o participando en reuniones sociales (evidentemente de más de seis personas) en las que no se respetan ni las distancias ni las medidas sanitarias recomendadas. Y hay pruebas de que estos comportamientos tan poco cívicos son la mayor causa de aumento de contagios sufre con dureza el Baix Llobregat -y también L’Hospitalet- y, evidentemente, Gavà.
El inicio de la campaña este mismo viernes no es casual. “La iniciativa se pone en marcha coincidiendo con un fin de semana en el que se han anunciado nuevas medidas que afectaran el sector de la restauración, bares hostelería”, ha reconocido la alcaldesa de Gavà, Raquel Sánchez (PSC). Y los motivos son obvios. Sin locales abiertos en los que reunirse “seguramente habrá un mayor impacto en la ocupación del espacio público y la concentración de grupos de jóvenes más allá de lo permitido” ha explicado Sánchez.
Cumplimiento de las restricciones
Para intentar que la situación no se salga de madre, el consistorio gavanense va a poner en circulación a tres educadores de calle, que velarán de forma propositiva por el cumplimiento de las restricciones gubernamentales contra el covid-19.
Los educadores patrullarán las calles todos los fines de semana durante lo que resta de este mes de octubre y también en noviembre y diciembre salvaguardando la salud comunitaria. Los tres vigilantes trabajarán en coordinación con la Policía Municipal, porque en el caso de que se deban aplicar sanciones será necesaria la actuación de los agentes.
Acercarse a los jóvenes
Pero la misión principal de los vigilantes será “acercarse a los jóvenes, hablar con ellos y a partir de sus inquietudes, intereses y propuestas poder construir juntos un programa de ocio alternativo que sea saludable, respetuoso, inclusivo y responsable”, ha avanzado la coordinadora del servicio, Aida Marzo. “Se trata de incluir siempre los jóvenes en la construcción de estas actividades y acabar con la idea que salir de fiesta significa consumir alcohol”, ha subrayado Marzo.
Convencer a los jóvenes incívicos de que no van por el camino correcto no será una tarea fácil. Como tampoco lo serán el resto de funciones de los educadores serán las que vienen enumeradas a continuación. A los tres les espera un duro trabajo…
Funciones de los educadores:
- Hacer un análisis e identificar los lugares y puntos de encuentro de los jóvenes.
- Realizar un trabajo de campo con un informe per identificar las necesidades y las dificultades de los jóvenes.
- Analizar y detectar posibles situaciones de riesgo entre jóvenes, como consumo desmesurado o posibles agresiones sexistas.
- Sensibilizar los jóvenes hacia el uso del espacio público, minimizando el impacto de la socialización en este.
- Proyectar un programa de ocio nocturno alternativo, si es necesario, que permita cambiar actitudes y hábitos en los jóvenes.
- Proyectar espacios de socialización seguros para las necesidades de los jóvenes.
- Coordinación con el Espai Jove La Casa Gran para la elaboración de esta análisis y proyecto.