Un sicario salva la vida a un empresario que iba a ser asesinado por encargo de su exsocio

Agentes de la Comisaría de la Policía Nacional de Terrassa y de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Barcelona han resuelto un caso digno de una buena novela negra o de un thriller policiaco. Gracias a un sicario subcontratado que alerta a la víctima de que va a ser asesinada, se ha podido evitar un crimen que tenía como objetivo eliminar a un empresario de la competencia, por encargo de su ex socio, para más inri.

La trama empieza a desvelarse cuando la comisaría de la Policía Nacional de Terrassa (Vallès Occidental) recibe un anónimo en el que se alerta a los agentes de que hay tres personas conspirando para asesinar a un conocido empresario del Baix Llobregat.

En concreto, el soplo destapa que el objetivo del crimen es un conocido operador del sector del transporte y de la logística del Baix Llobregat y que quien pretende asesinarlo -utilizando a un sicario a sueldo- es otro empresario del mismo sector que en el pasado fue su socio, pero que en la actualidad es su máximo competidor. Su más feroz enemigo. Al parecer, el exsocio inductor del crimen estaba resentido con su anterior partner y sentía por él una cierta enemistad y antipatía. Además, quería eliminarlo como competencia y hacerse con su cartera de clientes.

El crimen perfecto

Pero el aviso delator llegó a tiempo y los agentes han podido descubrir el pastel gracias a sus indagaciones. Todo apunta a que el inductor del crimen habría contactado con una persona de su ambiente familiar para contratar a un sicario dispuesto a liquidar a su odiado exsocio. Este intermediario se habría embolsado 5.000 euros por buscar a un ejecutor.

El conocido del exsocio llamó a su vez a un amigo (con influencias y contactos en los bajos fondos y en entornos de delincuentes), para que a cambio de otros 5.000 euros se ocupara de contratar al asesino, que ganaría la friolera de 15.000 euros si cumplía con su objetivo y eliminaba al empresario del Baix Llobregat, sacándolo del mercado. Si la operación salía bien, sería el crimen perfecto porque nadie relacionaría la muerte del transportista del Baix con su antiguo colaborador.

Una subcontrata fallida

Pero el presunto crimen perfecto se torció y la historia dio un giro inesperado por culpa del vil metal. Según la información obtenida por los agentes, durante la organización del asesinato, el segundo intermediario contactó con dos sicarios diferentes, uno de los cuales decidió cambiar de bando para consegur más pasta. El sicario “arrepentido” avisó a la víctima de su inminente muerte, pero le pidió dinero a cambio de desvelar quién quería deshacerse de él.

Así, la imprevisible traición de uno de los aspirantes a ejecutor ha puesto un inesperado final (casi) feliz a la trama preparada para acabar con la vida del empresario de la logística y ha permitido detener al principal inductor (el exsocio,) junto a otras dos personas, en principio los dos intermediarios.

Pruebas en el domicilio

Tras el registro del domicilio del instigador del crimen, los investigadores encontraron pruebas -informáticas, electrónicas y documentales- de que realmente tenía intención de pagar por la muerte de su competidor. El responsable e ideólogo del crimen fallido ha sido ingresado en prisión. Los dos conseguidores de sicarios han quedado en libertad con cargos, y están sometidos a medidas cautelares.