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El histórico Club de Begues consigue paralizar temporalmente el desahucio
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El histórico Club de Begues consigue paralizar temporalmente el desahucio

lunes 16 de noviembre de 2020, 12:57h
El juzgado de Gavà ha aceptado la demanda de nulidad de los anexos del contrato de arrendamiento presentada por la entidad, y que son la base del procedimiento para el desalojo de la sede. La inmobiliaria que ostenta la titularidad de los terrenos dispone de cinco días para presentar un recurso.

El futuro del Club de Begues, fundado en 1935, pende de un hilo, pero todavía hay esperanza de salvación. La entidad lleva tres años sin pagar el alquiler al propietario de los terrenos en los que está enclavada –la Inmobiliaria Club de Begues (ICB)- quien ha denunciado el impago ante los tribunales de Gavà. Este pasado lunes estaba previsto que se celebrara la vista judicial, en la que ha de decidirse si se inicia del procedimiento de embargo, pero el juez la ha suspendido al aceptar la demanda de nulidad de los anexos al contrato de arrendamiento que ha sido presentada por los abogados del club. La inmobiliaria dispone ahora de cinco días para presentar alegaciones a la decisión judicial.

Se da la estrambótica circunstancia de que, en sus orígenes, el accionariado de ICB era los propios socios del Club de Begues, que decidieron constituir la empresa “para preservar el patrimonio” y poder adquirir y construir la actual sede de la asociación en 1973. Los socios que quisieron (en general, la gran mayoría) compraron paquetes de acciones de forma voluntaria, y a título individua,l para garantizar la viabilidad futura de la entidad. Pero eso es justo lo contrario a lo que está ocurriendo ahora con la enmarañada demanda de desahucio y con un posible desalojo a corto plazo. El quid de la cuestión es que ICB reclama al club 258.000 euros por el impago del alquiler de las instalaciones de los últimos tres años.

Santi Molins, miembro del consejo de administración de ICB y exdirectivo del club, ha insistido en que la demanda de desahucio no es fruto de animadversión hacia la entidad sino una acción completamente legal "para cobrar los alquileres pendientes". “El consejo de administración de ICB ha de velar por ley por los intereses de la sociedad, que lo único que quiere es que el club salde su deuda”, ha recordado el consejero.

Inmobiliaria mercantilizada

Sin embargo, Teresa Cardiel, vicepresidenta del Club de Begues, cree que hay otros intereses detrás de la petición de desahucio. “La inmobiliaria se ha mercantilizado y ha acordado unos incrementos de alquiler (60.000 euros anuales) que el club no puede asumir. "Que intenten desahuciar al club es una aberración”, ha reiterado Cardiel. La vicepresidenta ha comentado, con un cierto alivio, que el aplazamiento de la vista oral, concede a la entidad de Begues "algo más de oxígeno" y hace pensar que no está todo perdido.

En el trasfondo de la cuestión está también que el club tiene las arcas vacías. Sus administradores han intentado en los últimos años reducir el déficit histórico y para hacerlo han empleado todo el montante económico que se obtuvo hace unos años con la venta de parte de los terrenos de la entidad –aproximadamente 1,5 millones de euros- y también con la indemnización municipal vinculada a la reparcelación de esta finca.

Cese del consejo de administración

La decisión final que tome el juez será vital, más allá de si acepta o no las alegaciones que debe presentar la inmobiliaria a lo largo de esta semana. Si finalmente el tribunal acepta los argumentos de ICB y continúa con el proceso, en el plazo de unos diez días el juzgado de Gavà podría fijar la fecha del desahucio (con toda probababilidad antes de Navidad). No obstante, Cardiel cree que en la junta general extraordinaria de socios del Club de Begues (prevista para el 26 de noviembre) se podría “cesar al consejo de administración de la inmobiliaria” y nombrar a uno nuevo más afín a los intereses del club. Esta maniobra suspendería indirectamente el desalojo, porque la nueva dirección de ICB retiraría la demanda de desahucio. Pero Molins no ve tan factible esta vía ya que, actualmente, solo "solo el 10% de los accionistas de ICB son también socios del Club de Begues".

“Se podría cancelar deuda con venta de acciones, no hace falta llegar al desalojo”, ha reivindicado la vicepresidenta del club. Santi Molins tampoco se cierra en banda a que se encuentre una solución que satisfaga a las partes sin necesidad de que haya sentencia judicial. “Hay voluntad de negociación y de diálogo”, pero el acuerdo pasa porque se haga efectivo el pago de la deuda, ha subrayado Molins. El directivo propone que el Club de Begues venda las acciones que todavía posee en ICB y obtenga dinero en efectivo que le permita cubrir la deuda.

28 viviendas

El solar del Club de Begues ocupa unos 21.000 metros cuadrados que incluyen una parcela de uso residencial en la que podrían construirse 28 viviendas. El resto está calificado como suelo para equipamientos y difícilmente podría tener un uso diferente al que tiene ahora.

Después de varios años sin que se hayan realizado todos los trabajos de mantenimiento que se necesitaban, las instalaciones del club “están muy deterioradas o se han quedado obsoletas” (como las pistas de tenis y de paddel o la piscina, que pierde agua), ha lamentado Teresa Cardiel. Esto ha sucedido, en buena parte, porque “desde hace 42 años no se han hecho inversiones importantes”, ha reconocido la directiva.

Nuevas necesidades

Mientras que en ICB ven difícil que la entidad se recupere del mazazo del proceso de desahucio, el Club de Begues no se rinde y su junta directiva lo ve incluso con capacidad para “crecer” a corto y medio plazo. “Hay que vender la parcela de suelo residencial y reinvertir el dinero en nuevas instalaciones, dando forma a un club más pequeño y más adecuado con las necesidades actuales", ha avanzado la vicepresidenta Cardiel.

En 1973, la sede -ahora en litigio- era un club” sobre todo social, algo que ahora carece de sentido”, ha insistido Cardiel, asumiendo que los tiempos han cambiado. Mientras, el reloj sigue corriendo. Lo que no está claro si a favor o en contra de la histórica entidad de Begues, que podría tener sus horas contadas si el juzgado de Gavà acepta las alegaciones de ICB y sigue con el procedimiento de desahucio.

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