Estamos comenzando la segunda desescala después de semanas de paro forzoso de gran parte de la economía. Un paro obligado por el govern de la Generalitat que ha provocado muchísimas quejas porque las medidas cambiaban de la noche a la mañana, no eran consensuadas con las partes implicadas, y sobre todo, no venían acompañadas de medidas de apoyo a las empresas y autónomos que permitiesen salvar miles de puestos de trabajo.
Ni apoyo por parte del Govern, ni respaldo por el Gobierno de España, centrado más en hacer concesiones políticas a ERC o Bildu, para a cualquier precio pactar el Presupuesto General del Estado, que en dar una respuesta coordinada para combatir la pandemia y la crisis.
La Generalitat ha dado la espalda claramente a amplios sectores productivos pero algunos ayuntamientos tampoco han estado a la altura de las circunstancias. Este es el caso de Castelldefels, donde las ayudas han brillado por su ausencia, y donde además, el Consistorio malgasta el dinero público en proyectos no prioritarios como es poner un carril bici en la Av. Constitución destruyendo unos 300 aparcamientos en el centro de la ciudad.
Si el aparcamiento ya era un problema antes de la pandemia, ahora para los vecinos y el comercio de proximidad es una necesidad. ¿Cómo el pequeño comerciante podrá competir con las grandes plataformas y centros comerciales si sus clientes no pueden aparcar relativamente cerca de los establecimientos del barrio?
Desde el Partido Popular hemos reclamado un plan de rescate para empresas y autónomos, un plan de ayudas para la recuperación del empleo, y un plan fiscal de rebaja de impuestos que alivie la presión fiscal que soportan las familias y las empresas. Es el momento de poner todos los recursos de los que dispone la Administración Pública al servicio de combatir la crisis sanitaria, pero también la crisis económica y social que estamos padeciendo.
Mientras se hace caso omiso a los requerimientos que tenemos para recuperar la actividad, muchos autónomos ven caer su facturación, hasta el punto de ser cero en determinados sectores. Facturan cero pero las cuotas de los autónomos suben. Lo lógico sería a ingresos cero, impuestos cero, pero la realidad no es así. Sin ingresos, no se puede subir los impuestos como se está haciendo en Castelldefels, y condenar a las familias a no llegar a final de mes.
Ahora es el momento de apostar por la flexibilidad, por eliminar trabas burocráticas, suprimir tasas y bajar impuestos, pero algunos, arropados en sus cómodas poltronas, van en sentido contrario a lo que se reclama en la calle. III
Si (
No(
