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10 años reciclando cápsulas de café para salvar el planeta desde el Baix
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10 años reciclando cápsulas de café para salvar el planeta desde el Baix

viernes 05 de febrero de 2021, 03:00h
Tomarse un café es una forma única de evadirse del mundo, pero también puede ser una original manera de ayudar a salvarlo. Basta con no tirar la cápsula con la que se ha preparado a la basura, con separarla del resto de los desechos domésticos, y depositarla en un punto de recogida,

Con este sencillo gesto se pone en marcha un ciclo de reciclaje que acaba convirtiendo un momento inolvidable junto a una humeante taza en mobiliario urbano o abono agrícola. Suena a extraordinario, pero la multinacional Nestlé, con sede en Esplugues, hace una década que estrenó su peculiar sistema de recogida selectiva.

El proceso nació en Suiza en 2011 y enseguida empezó a implantarse en el Baix Llobregat y en L’Hospitalet -de forma pionera en España-, primero en las boutiques Nespresso y en una segunda fase en las desecherías municipales y otros puntos de recogida con el apoyo de los ayuntamientos de la comarca y de la iniciativa privada. “Es una apuesta por la sostenibilidad y el medioambiente. Es un Compromiso con la Tierra”, explican desde Nestlé.

Diez años después funcionan más de un centenar de “puntos limpios” de recogida de cápsulas de café en todo el territorio, que dispone un contenedor de 120 litros para las cápsulas de aluminio de Nespresso, y un segundo contenedor idéntico para las cápsulas de plástico de Nescafé Dolce Gusto. Además, hay una boutique de Nespresso en Cornellà y otra en L’Hospitalet en las que se pueden depositar los envases aprovechando que se va a comprar. El “único y pionero” sistema de reciclaje de cápsulas usadas de café es una carta “en favor del desarrollo sostenible encaminada a reducir al máximo nuestra huella en el medio ambiente” explica Jaques Reber, director General de Nestlé España.

Reaprovechar las cápsulas usada de Nespresso y Dolce Gusto es facilísimo. Basta con depositarlas en los puntos limpios o en alguna de las dos tiendas y Nestlé se encarga de trasladarlas sin costes para el cliente cafetero a una la planta de separación y tratamiento de residuos.

Los envases de aluminio, como los de la marca Nespresso, acaban en la planta de compostaje, donde, mediante un proceso mecánico, se separa el aluminio -que será tratado mediante un procesado mecánico para poder ser reutilizado en futuro como materia prima- del café, que se transformará en fertilizante y regenerador de la tierra que mejorará la producción de arroz en el Delta del Ebro.

Las cápsulas de Nescafé Dolce Gusto deben pasar por un sistema de trituración que separa el plástico del poso de café, que igual que en el caso de Nespresso se convertirá en un abono natural rico en nutrientes, que evitará el uso de fertilizantes químicos. El plástico se procesa aparte para convertirlo en granza, un material con el que se pueden fabricar productos de todo tipo cajas, sillas de oficina y mobiliario urbano, como la papelera del jardín de la sede de la multinacional en Esplugues. ¿Hacemos un café y reciclamos? III

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