El Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat sigue en caída libre como consecuencia de las restricciones del covid-19 y del descenso de la movilidad. Aunque el fenómeno es común a todas las instalaciones aéreas españolas, el aeropuerto pratense vuelve a estar a la cabeza de los más perjudicados de España por la caída de la actividad (con una irrisoria cifra de 411.486 pasajeros, lo que significa un 87,9% menos con respecto a enero de 2020), solo superado en lo negativo por el aeropuerto de Tenerife Sur, que ha perdido el 89,7%. Por el contrario, las terminales barcelonesas padecen peores registros que el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, que durante el mes pasado contabilizó 845.168 pasajeros (un 81,9% menos que en 2020).
Lo peor es que, en lo relativo al tráfico de aeronaves, El Prat sí que ocupa el número uno en el ranking de la caída más dramática, con solo 5.372 vuelos operados (un 76,2% menos que en enero del 2020), Barajas aguantó algo mejor la crisis sectorial con 10.138 operaciones realizadas (69,5% menos). El aeropuerto de Málaga-Costa del Sol cayó un 65,7%; Sevilla un 63,2% y Valencia un 62,5%.
Mejor en tráfico de mercancías
El transporte de mercancías se mantiene como el apartado en el que el Aeropuerto Josep Tarradellas capea mejor el temporal con 9.474 toneladas de carga movilizadas, un 31,2%. En este campo el aeropuerto de Barajas solo movió en enero de 2021 un total de 26.969 toneladas, un 41,2% menos que en el mismo mes del año pasado. Esta bajada se debe principalmente a que una parte considerable de las mercancías se desplazan en las aeronaves comerciales de pasajeros.
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