Probablemente leer esto de “cerrado a cal y canto” en el mes de marzo no nos hace demasiada gracia. Tenemos aún reciente el recuerdo de aquel marzo del 2020 en el que la normalidad de nuestras vidas cambió y nuestro día a día transcurría encerrados en nuestras casas.
Quienes me leéis de manera habitual sabréis que casi nunca escribo nada al azar. Intento hilar nuestras vivencias del presente con algo del pasado que guarde relación. Y así era. Hace un año estábamos encerrados en casa intentando mantenernos a salvo. Pero, ¿encerrados a cal y canto?. Pues sí y no.
SÍ respecto al significado y uso de la expresión. Estar cerrado a cal y canto quiere decir que está muy pero que muy bien cerrado. Es imposible entrar (o salir). Inaccesible. Es la expresión máxima de cierre. Y es que así estaba nuestro mundo. Sí podíamos salir a la calle, pero lo mínimo. Qué os voy a contar a estas alturas ya del cuento.
NO podemos decir que estuviéramos encerrados a cal y canto si lo tomamos de manera literal.
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