Donación de plasma covid-19: Superar la infección para salvar vidas

Superar una infección por covid-19 puede tener efectos secundarios muy positivos. Si el organismo ha generado un notable nivel de anticuerpos para derrotar al coronavirus, el plasma sanguíneo del enfermo convaleciente se convierte en oro puro. Estudios científicos a nivel mundial han demostrado, aunque no de manera categórica, que las transfusiones de este plasma realizadas a afectados leves por el SARS-CoV2 que sufren la enfermedad en su fase inicial funcionan “bastante bien para mejorar los síntomas y la evolución”, explica Roser Vallès responsable del programa de donación de plasma del Banc de Sang.

El efecto sanador del plasma es uno de los grandes desconocidos por la opinión pública que la logrado visualizarse un poco gracias a la pandemia, pero todavía “se conoce poco”, reconoce Vallès. Pero eso no quita que la plasmaféresis (que es como se denomina la transfusión de plasma sanguíneo) siga siendo una de las vías de investigación de una posible cura para el covid-19 que siguen abiertas. “Los estudios no están cerrados, quedan muchas cosas por averiguar, como por ejemplo cuánto duran los anticuerpos en la sangre de un convaleciente”, subraya la responsable del programa.

Hasta el momento, se ha comprobado que la longevidad de estas defensas naturales generadas por el organismo al combatir al SARS-CoV2 es de, al menos, medio año. Pero hay pacientes “a los que les ha aumentado el nivel de anticuerpos meses después de superar el coronavirus”, revela Roser Vallès.

Es cierto que desde las autoridades sanitarias no han hecho demasiada pedagogía de las virtudes de donar plasma después de superar el covid-19, seguramente por que los centros de atención primaria están desbordados -y muy limitados por la atención telemáticas- y porque tampoco se ha fijado como una opción recomendable a todos los convalecientes de coronavirus que reciben el alta. “Sería muy beneficioso que se estandarizara un protocolo”, sugiere la responsable del programa de plasmaféresis.

Pese al tupido velo que aún cubre los beneficios de la donación de plasma con anticuerpos, en cuanto un convaleciente sabe que sus inmunoglobulinas pueden ayudar a otros infectados por covid-19, de inmediato contacta (vía www.donarsang.gencat.cat) con el Banc de Sang, donde, tras un pinchazo como el de una transfusión, una centrifugadora separa el plasma con inmunoglobulina del resto de la sangre.

Solo en el Hospital Universitario de Bellvitge (HUB), de las 1.516 donaciones de plasma recibidas en el último año, “460 procedían de convalecientes de covid-19”, destaca Vallès. Es más, en el banco de sangre del HUB “hay lista de espera para donar plasma. Cuando se explican sus beneficios, la gente se conciencia mucho, es muy solidaria. Hay convalecientes que en Bellvitge han donado plasma con anticuerpos del covid-19 hasta 13 y 14 veces”, aplaude la responsable del Banc de Sang

Donar plasma es sencillo. Pueden hacerlo tanto quienes tengan inmunoglobulinas contra el SARS-CoV-2 (que ayudarán a pacientes de coronavirus) como quienes no, pues el plasma también ayuda a los pacientes de otras enfermedades, como la hemofilia. Todos los convalecientes pueden ser donantes una vez transcurridos 28 días desde el último síntoma, excepto las mujeres que hayan estado alguna vez embarazadas. Por suerte, el cuerpo humano es una increíble máquina de fabricación de plasma reparador del covid-19, y los afortunados que desarrollan defensas contra él pueden someterse tranquilamente a una plasmaféresis cada 15 días. III