En 2019, las arcas públicas aportaron 4,73 millones de euros a las entidades pratenses que los convirtieron en 33,13 millones. La ciudad es la primera de España que ha realizado un estudio para cuantificar la rentabilidad que le aporta el tercer sector
Dice un refrán que “se cosecha lo que se siembra” y un segundo con similar trasfondo agrícola, que “quien siembra vientos, recoge tempestades”. Y la sabiduría popular rara vez yerra. La obstinada experiencia, el tiempo y hasta las matemáticas acaban dando la razón al refranero. Si se fusionan las dos moralejas, siempre desde una lectura positiva, se llega a la conclusión de que si se destinan recursos a una iniciativa, y se le pone empeño, el esfuerzo fructifica de forma exponencial y da beneficios.
Como diría el dicho, esto es exactamente lo que ocurre con la economía social y colaborativa de El Prat. Se tenía la certeza de que las partidas que el ayuntamiento destinaba a entidades del tercer sector no caían en un pozo sin fondo, sino que daban rendimiento, pero no se había podido demostrar con la calculadora en la mano.
Pero ahora sí. La Xarxa Ambiental, en colaboración con la empresa Lavola, la ESCI International Business de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y Roots for Sustainability (estas tres últimas organizaciones son además socias de GEAccounting) han elaborado un estudio que cuantifica por primera vez el valor social de las organizaciones de la economía social y cooperativa de El Prat. El documento ha puesto negro sobre blanco no solo que el viento de la inversión en este ámbito se recupera, sino que se recoge en forma de tempestad con un importe siete veces mayor. Los balances lo avalan. En 2019, las arcas públicas aportaron 4,73 millones de euros a las Entidades de la
Economía Social, Solidaria y Cooperativa (ESS) pratenses (que trabajan en la inserción, la atención a colectivos en situación de vulnerabilidad, el fomento de la convivencia o el emprendimiento) reportaron a la comunidad local 33,13 millones de euros. Es decir, se recuperó la inversión inicial y se obtuvo un beneficio neto añadido que multiplica por siete la primera aportación.
El estudio de Xarxa Ambiental es doblemente importante. Sobresale por ser el primero de España que cuantifica el valor que aportan las entidades de la economía social y cooperativa a un municipio y, segundo, por sus esclarecedores resultados. Según el Ayuntamiento de El Prat, del informe destaca que “demuestra claramente que la inversión pública en economía social y cooperativa es rentable para las administraciones. El retorno es muy superior a la inversión”.
El detalle de que El Prat haya sido el primer municipio en elaborar un informe de estas características no es casual, ya que la ciudad “es líder en economía social y cooperativa, en el contexto del Baix Llobregat, una comarca en la que este sector también tiene un fuerte arraigo”, añaden las mismas fuentes
La evolución de la economía social y cooperativa pratense, lejos de estar en crisis, avanza viento en popa Entre 2018 y 2019 el valor social integrado de las entidades de este ámbito pasó de 28,61 millones de euros a 33,12 millones de euros, lo que supone un incremento del 15,77%. Si a estas cifras se les descuentan las aportaciones públicas recibidas, el balance interanual positivo se redondea entorno al 14,6%. Y al poner el foco en el presupuesto particular de cada entidad, se descubre que “cada euro destinado a actividades en 2019, se transformó en un beneficio con un valor 2,2 veces mayor para la sociedad”, asegura el consistorio. III
La responsabilidad social corporativa llega a las grandes empresas privadas |
Los beneficios de las ESS en materia de valor social específico son múltiples y abarcan ámbitos como la inserción social y la atención a necesidades sociales de personas y col colectivos vulnerables o en situación de riesgo), la formación y orientación ocupacional, la inserción laboral (tanto en las propias entidades como en empresas externas), la dinamización de los barrios, la mejora de la convivencia social, la emprendeduría, la difusión y el voluntariado.
El trabajo de Xarxa Ambiental ha analizado once entidades pratenses: Cooperativa Obrera de Viviendas, Centre de Promoció Social Francesc Palau, Cuina Justa, Fundació Espigoladors, Fundació Catalana de l’Esplai (Fundesplai), Fundació Cívic Esperanzah, Fundació Rubricatus, GATS, Saó Prat, Som Connexió y Uikú, Coworking El Prat.
El ayuntamiento destaca que resulta “especialmente relevante” que el estudio ha aparecido “en un momento en el que la responsabilidad social corporativa es cada vez más importante”. De hecho, muchas grandes empresas del sector privado ya han empezado a incorporar a sus balances económicos políticas de este tipo.
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