En ocasiones, al lector neófito le resulta complicado comenzar a leer cómics de superhéroes, más allá de la falta de familiaridad con las narrativas propias del noveno arte.
Personajes como Flash cuentan con décadas de historias a sus espaldas, y es fácil sentirse desubicado cuando uno se asoma por primera vez a una de sus aventuras. La sensación puede verse atenuada si uno aterriza en el formato papel después de haber disfrutado de la serie de televisión protagonizada por Grant Gustin en HBO, pero, aun así, puede ser complicado terminar de conectar con viñetas llenas de referencias a otras historietas, a personajes secundarios, o que aparecieron en viñeta y media en un cómic de los setenta, o que comparten nombre con una iteración televisiva con la que se parecen poco o nada…
Eso puede suceder con La guerra de los villanos. Esta saga, escrita por Geoff Johns, se recomienda muy a menudo a quien pregunta por el mejor cómic protagonizado por el velocista escarlata. Y, sin duda, se trata de un tebeo magistral, en el que guionista exhibe su instinto para el manejo del ritmo y, sobre todo, su conocimiento de las décadas de historia editorial del héroe. Y precisamente por esto, que sin duda es una muestra del virtuosismo argumental de Johns, que logra trenzar en una interesante historia elementos que proceden de distintas épocas de la colección, no sería un tomo recomendable para el lector al que Flash le resulta más o menos familiar y siente el deseo de sumergirse en su versión de tinta y papel.
Si uno de esos lectores escribiese a la redacción de El Llobregat para preguntarnos por dónde comenzar a leer cómics de Flash, antes le recomendaría La unión hace el fracaso. ¿Es mejor que La guerra de los villanos? No. ¿Es posible que un lector no habitual pueda disfrutarlo más? Probablemente, sí. Este tomo en tapa dura recopila diversas entregas escritas por la guionista Gail Simone e ilustradas por Clayton Henry con los que DC buscó precisamente atraer al público no habitual, guiñando el ojo a adolescentes y young adults. De hecho, en Estados Unidos, estos cómics se distribuyeron en las tiendas Walmart en lugar de en las librerías y tiendas especializadas.
Lo que encontraremos en este tomo que ECC edita en español son aventuras sencillas, en las que Flash es un protagonista reconocible, y en las que va haciendo frente a algunos de sus antagonistas habituales, en la línea del monster of the week. La complejidad narrativa es menor, el desarrollo de los personajes, escaso; pero el ritmo es vertiginoso, el dibujo atractivo y dinámico, y los relatos contienen todos los ingredientes que suelen asociarse con el género superheroico y con el universo de Flash. Sin duda, La unión hace el fracaso es un cómic ideal para quienes busquen un primer contacto con el velocista escarlata después de haber disfrutado de él en pantalla. III